¿Cómo se dice cuando dos cosas coinciden?

Más allá de “coinciden”: explorando la consonancia

A menudo, cuando dos cosas comparten similitudes o se alinean, recurrimos a la palabra “coinciden”. Sin embargo, la expresión “están en consonancia” ofrece una perspectiva más matizada y rica, permitiendo una comprensión más profunda de la relación entre los elementos involucrados.

Mientras que “coinciden” se centra en la simple superposición, “están en consonancia” implica una armonía, un acuerdo más profundo que va más allá de la mera coincidencia superficial. Se refiere a la similitud en ideas, puntos de vista, características, o incluso acciones. Significa que existe una coherencia interna, un equilibrio y una conformidad entre ambos elementos.

Imagine dos propuestas de ley. Si ambas promueven el mismo objetivo y utilizan argumentos similares, se podría decir que “coinciden” en sus puntos centrales. Pero si se descubre que las dos propuestas, no solo tienen los mismos objetivos, sino que están estructuradas de forma complementaria, utilizando principios similares para alcanzar esos objetivos, se expresa mejor su relación diciendo que “están en consonancia”. La consonancia implica una relación más compleja y significativa.

La consonancia también puede aplicarse a campos más abstractos. Dos obras de arte, por ejemplo, pueden coincidir en su uso de color, pero si se descubre que ambas exploran temas similares de la condición humana, que utilizan la misma técnica y que transmiten un mensaje de forma muy similar, entonces, existe una consonancia profunda entre ellas.

En el ámbito personal, la consonancia se refiere a una coherencia entre nuestros pensamientos y nuestras acciones. Cuando nuestros valores y comportamientos se alinean, estamos en consonancia con nosotros mismos. Esto puede ser de vital importancia para el bienestar y la autoaceptación.

En definitiva, aunque “coinciden” es un término válido para describir la simple correspondencia, “están en consonancia” ofrece una riqueza semántica que profundiza en la relación entre los elementos, destacando la armonía, la coherencia y la significación compartida. Es un matiz sutil pero fundamental que enriquece el lenguaje y permite una comprensión más completa del mundo que nos rodea.