¿Cómo se estructura un objetivo?

8 ver
Un objetivo bien estructurado, según Hurtado de Barrera, incluye un verbo de acción, un sujeto de estudio, una unidad específica y un contexto. El verbo define el logro esperado, indicando la complejidad de la investigación.
Comentarios 0 gustos

La Arquitectura de un Objetivo: Clave para una Investigación Exitosa

Un objetivo de investigación bien definido es el faro que guía toda la travesía investigativa. No se trata simplemente de una aspiración vaga, sino de una declaración precisa y concisa que establece qué se pretende lograr con el estudio. Según la metodología de Hurtado de Barrera, un objetivo correctamente estructurado se compone de cuatro elementos esenciales que, en conjunto, conforman una estructura sólida y funcional. La ausencia o imprecisión en alguno de estos elementos puede derivar en una investigación difusa, con resultados poco claros y difícilmente alcanzables.

El primer pilar de un objetivo bien estructurado es el verbo de acción. Este verbo no debe ser elegido al azar; debe reflejar con exactitud la acción que se espera realizar. Palabras como “describir,” “analizar,” “comparar,” “evaluar,” “determinar,” “proponer,” entre otras, denotan distintos niveles de complejidad investigativa. La elección del verbo es crucial, pues indica la profundidad y el alcance del estudio. Un verbo como “describir” sugiere una investigación más exploratoria, mientras que “evaluar” implica un análisis más crítico y profundo. Es fundamental seleccionar un verbo que se ajuste al nivel de análisis y a las capacidades del investigador.

El segundo elemento clave es el sujeto de estudio. Este elemento define con precisión el “qué” de la investigación. ¿Qué fenómeno, proceso, población o variable será el foco del estudio? La especificidad en este punto es vital. No basta con mencionar un tema amplio; se requiere la delimitación precisa del objeto de investigación para evitar la dispersión y la falta de enfoque. Por ejemplo, en lugar de “analizar la educación,” un objetivo mejor definido sería “analizar el impacto del aprendizaje online en la motivación estudiantil de estudiantes universitarios de primer año en la carrera de ingeniería.”

La unidad específica es el tercer componente esencial. Se refiere a la unidad de análisis que se utilizará para recopilar y analizar datos. Puede ser una persona, un grupo, un evento, una organización, un documento, etc. La identificación de la unidad específica permite la correcta delimitación del campo de estudio y facilita la replicación de la investigación. En el ejemplo anterior, la unidad específica serían los “estudiantes universitarios de primer año en la carrera de ingeniería”.

Finalmente, el contexto ubica la investigación en un espacio y tiempo determinados. Este elemento proporciona el marco de referencia necesario para comprender los resultados del estudio. El contexto puede incluir aspectos geográficos, temporales, sociales, culturales o institucionales relevantes para la investigación. En nuestro ejemplo, el contexto podría ser una universidad específica o una región geográfica determinada.

En resumen, la fórmula de un objetivo bien estructurado según Hurtado de Barrera puede resumirse como: Verbo de acción + Sujeto de estudio + Unidad específica + Contexto. La correcta articulación de estos cuatro elementos garantiza la claridad, la precisión y la viabilidad del objetivo de investigación, allanando el camino para un estudio exitoso y significativo. La omisión o la imprecisión en cualquiera de estos aspectos puede comprometer la solidez y la validez de la investigación. Por lo tanto, la dedicación en la construcción de objetivos robustos es una inversión fundamental en el éxito de cualquier proyecto de investigación.