¿Cómo se llaman las 4 fases de la Luna?

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Las cuatro fases principales de la Luna son: Luna creciente, que muestra una porción iluminada creciente; Luna llena, completamente iluminada; Luna gibosa menguante, con una porción iluminada decreciente; y Luna nueva, prácticamente invisible. La visibilidad depende de la posición relativa del Sol, la Tierra y la Luna.
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Las Cuatro Fases Fascinantes de la Luna

La Luna, el compañero celestial de la Tierra, cautiva nuestra atención con sus transformaciones iluminadas que cambian constantemente. Estas fascinantes fases son un testimonio de la danza cósmica entre nuestro planeta, su satélite y el Sol.

1. Luna Creciente

Esta fase marca el amanecer de un nuevo ciclo lunar. A medida que la Luna comienza su viaje alrededor de la Tierra, un pequeño arco iluminado se hace visible. Este es el comienzo de la Luna creciente.

2. Luna Llena

Cuando la Luna se posiciona exactamente opuesta al Sol, su cara está completamente iluminada. Esta fase resplandeciente, conocida como Luna llena, ofrece una vista hipnotizante en el cielo nocturno.

3. Luna Gibosa Menguante

A medida que la Luna continúa su órbita, la porción iluminada comienza a disminuir. Esta fase, llamada Luna gibosa menguante, muestra una forma cóncava cada vez más grande.

4. Luna Nueva

La Luna alcanza su fase más oscura cuando está directamente entre el Sol y la Tierra. En esta etapa, conocida como Luna nueva, la Luna es prácticamente invisible para nuestros ojos.

Influencia de las posiciones celestes

La visibilidad y las fases de la Luna están determinadas por la posición relativa del Sol, la Tierra y la Luna. Cuando la Luna se encuentra entre la Tierra y el Sol, su lado oscuro está orientado hacia nosotros, resultando en la Luna nueva. Por el contrario, cuando la Luna está más allá de la Tierra en relación con el Sol, su lado iluminado es visible para nosotros, lo que da como resultado la Luna llena.

Las cuatro fases de la Luna son un testimonio del ritmo incesante del cosmos. Desde la escasa iluminación de la Luna creciente hasta el resplandor completo de la Luna llena, cada fase cuenta una historia diferente y nos recuerda el vínculo intrincado entre nuestro planeta y sus vecinos celestiales.