¿Cuál es el mecanismo de absorción?

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Los principios activos se absorben principalmente mediante difusión pasiva, moviéndose desde zonas de alta a baja concentración. Le siguen en importancia el transporte convectivo, impulsado por el flujo de agua, y el transporte activo, que requiere energía. Métodos menos comunes incluyen el transporte facilitado, el transporte por ión-pareado y la endocitosis/pinocitosis, esta última para partículas grandes.

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El complejo mundo de la absorción: un viaje a través de las membranas

La absorción, el proceso mediante el cual una sustancia atraviesa una membrana biológica para incorporarse a un sistema, es un fenómeno fundamental en la biología y la farmacología. Comprender sus mecanismos es crucial para el diseño de fármacos, la comprensión de la fisiología y el desarrollo de nuevas tecnologías de administración de medicamentos. Contrario a la creencia de una simple difusión, la absorción es un proceso multifacético, con diferentes rutas y mecanismos interviniendo simultáneamente, dependiendo de la sustancia y el tejido involucrado.

El mecanismo predominante en la absorción de la mayoría de los principios activos es la difusión pasiva. Esta se basa en el gradiente de concentración: la sustancia se mueve desde un área de alta concentración (por ejemplo, el sitio de administración) a un área de baja concentración (por ejemplo, el torrente sanguíneo), sin requerir gasto de energía. La velocidad de esta difusión depende de factores como la liposolubilidad de la sustancia (su capacidad para atravesar las membranas lipídicas), el tamaño molecular y el grado de ionización. Una mayor liposolubilidad y un tamaño molecular menor generalmente se traducen en una absorción más rápida.

Sin embargo, la difusión pasiva no es la única vía. El transporte convectivo, un proceso impulsado por el flujo de un fluido (generalmente agua), juega un papel importante, especialmente en la absorción desde el tracto gastrointestinal o en el caso de sistemas de administración basados en fluidos. Este movimiento de masas arrastra consigo las moléculas disueltas, facilitando su paso a través de la membrana.

En contraste con la difusión pasiva, el transporte activo requiere energía metabólica para mover la sustancia contra su gradiente de concentración, es decir, desde una zona de baja a una zona de alta concentración. Este proceso, mediado por proteínas transportadoras específicas, permite la absorción de moléculas incluso en presencia de un gradiente desfavorable. Tiene una capacidad de transporte saturable y puede ser inhibido competitivamente por otras sustancias que compitan por el mismo transportador.

Además de estos mecanismos principales, existen otros menos comunes, pero igualmente relevantes en determinados contextos. El transporte facilitado, similar al transporte activo, utiliza proteínas transportadoras, pero a diferencia de este, no requiere gasto de energía y se realiza a favor del gradiente de concentración. El transporte por ión-pareado implica la asociación de una molécula con un ion, lo que facilita su paso a través de la membrana. Finalmente, la endocitosis y la pinocitosis, procesos de invaginación de la membrana celular para englobar partículas grandes, juegan un papel en la absorción de macromoléculas y nanopartículas.

En conclusión, la comprensión del mecanismo de absorción es crucial para optimizar la biodisponibilidad de los fármacos y para el desarrollo de nuevas estrategias de administración de medicamentos. No se trata de un proceso simple, sino de una compleja interacción entre diferentes mecanismos que trabajan simultáneamente, cuya preponderancia dependerá del tipo de sustancia, el tejido involucrado y las condiciones fisiológicas. Investigar y comprender estos mecanismos a nivel molecular sigue siendo un campo de investigación activo y fundamental para el avance de la ciencia biomédica.