¿Cuál es la mezcla de todos los colores?

El Blanco: Más que la simple suma de colores

En el fascinante mundo de la óptica, el blanco surge como un misterio a simple vista, pero la respuesta se esconde en la combinación de los colores. A diferencia de lo que ocurre con la mezcla de pigmentos, donde la combinación de colores tiende a oscurecer, el blanco, en óptica, se define por una suma aditiva de todos los colores del espectro visible. Simplificando, se puede considerar como la fusión de los tres colores primarios: rojo, verde y azul.

La clave está en la naturaleza de la luz. No estamos mezclando pigmentos que absorben partes del espectro luminoso; estamos combinando luces. Cuando estas luces, que representan cada uno de los colores del espectro visible, inciden juntas sobre nuestra retina, nuestro cerebro las interpreta como blanco. Esencialmente, el blanco, en este contexto, no es un color en sí mismo, sino la ausencia de sombras, la presencia simultánea de todas las longitudes de onda visibles.

Imagine un proyector de diapositivas, tres luces de colores diferentes (rojo, verde y azul) proyectando sobre una superficie blanca. La superposición de estas luces, cada una con su propia intensidad, produce la sensación de blanco. Si reducimos la intensidad de las luces o las combinamos de manera selectiva, obtenemos todas las demás tonalidades del espectro.

Es importante destacar la diferencia con la mezcla de pigmentos. Cuando mezclamos pinturas, cada color absorbe parte de la luz blanca incidente, produciendo colores secundarios como el magenta, el cian y el amarillo. En este caso, estamos restando colores del espectro visible, a diferencia de la mezcla aditiva de luces que los suma. Esta distinción nos permite entender por qué, si mezclas pinturas de colores primarios (cian, magenta y amarillo), aunque aparentemente podrías obtener un resultado similar al blanco, en realidad estás obteniendo un blanco sucio, apagado, o incluso un gris oscuro, ya que las pinturas absorben parte de la luz.

Por lo tanto, la percepción del blanco en óptica es el resultado directo de la suma de todas las luces visibles. Es la experiencia sensorial de un espectro completo, una representación completa del espectro lumínico, en contraposición a la mezcla sustractiva, donde los colores se restan entre sí. Este fenómeno, aparentemente simple, encierra un sofisticado mecanismo de percepción visual que nos permite comprender la naturaleza compleja de la luz.