¿Cuáles son las 3 leyes de la colorimetría?

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La armonía cromática se rige por tres principios: la preponderancia de los fríos sobre los cálidos; la neutralización de colores opuestos en la rueda cromática; y la imposibilidad de aclarar un tinte con otro. La mezcla precisa define la intensidad y el resultado final.

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Las Tres Leyes Fundamentales de la Colorimetría: Más allá de la Armonía Cromática

La colorimetría, esa disciplina que estudia la medición del color y su percepción por el ojo humano, es fundamental en áreas tan diversas como la pintura, el diseño gráfico, la industria textil, la fotografía y, por supuesto, la peluquería. Si bien la armonía cromática, con sus principios rectores, es esencial para crear composiciones visualmente atractivas, la colorimetría se sostiene sobre tres leyes fundamentales que sientan las bases científicas de la mezcla y manipulación del color. Estas leyes no solo explican “cómo” los colores interactúan, sino también “por qué”.

Más allá de la simple aplicación de los colores fríos y cálidos, o la neutralización de opuestos, entender estas tres leyes permite dominar el color a un nivel mucho más profundo y predictivo. Veamos cada una de ellas en detalle:

1. Ley de la Tristimulidad:

Esta ley es la base de la colorimetría moderna y se centra en la forma en que nuestros ojos perciben el color. Afirma que cualquier color visible puede ser igualado mediante la combinación de tres colores primarios independientes, en proporciones específicas. Es decir, cualquier tonalidad que vemos es el resultado de la estimulación de tres tipos de receptores en nuestros ojos, sensibles al rojo, al verde y al azul (RGB en el mundo digital).

La importancia de esta ley radica en que nos permite crear un sistema de coordenadas para el color, cuantificando la cantidad de cada color primario necesario para producir una tonalidad específica. Esto da paso a sistemas de color como el CIE 1931, que definen matemáticamente cualquier color basándose en estos tres valores. Gracias a esto, podemos reproducir colores de forma precisa y consistente en diferentes dispositivos y materiales, minimizando la subjetividad.

2. Ley de la Aditividad:

Esta ley, también conocida como la ley de Grassman, establece cómo se combinan las luces de diferentes colores. Afirma que cuando dos o más luces se combinan, el color resultante es la suma de las magnitudes de sus componentes individuales. En otras palabras, si proyectamos luz roja y luz verde sobre una superficie, el resultado será una luz amarilla.

Esta ley es crucial en el ámbito de la iluminación y la creación de imágenes digitales. Comprender cómo la luz se suma nos permite crear efectos visuales específicos, ajustar el balance de color en una fotografía, o diseñar sistemas de iluminación que respondan a las necesidades específicas de un espacio. En el mundo digital, esta ley es la base del modelo de color RGB, donde la adición de diferentes intensidades de rojo, verde y azul genera toda la gama de colores que vemos en una pantalla.

3. Ley de la Sustractividad:

Esta ley se aplica a la mezcla de pigmentos o tintes, donde la combinación de colores produce un color más oscuro. En lugar de sumar luz, los pigmentos absorben (sustraen) ciertas longitudes de onda de la luz blanca, reflejando las que percibimos como color. Por ejemplo, un pigmento amarillo absorbe la luz azul y refleja la luz amarilla. Cuando mezclamos un pigmento amarillo con un pigmento azul, el amarillo absorbe la luz azul y el azul absorbe la luz amarilla, reflejando principalmente la luz verde.

Esta ley es fundamental para comprender la mezcla de colores en la pintura, la impresión y otras aplicaciones donde se utilizan pigmentos. El modelo de color CMYK (Cian, Magenta, Amarillo y Negro) utilizado en la impresión a color se basa en esta ley. La comprensión de la sustractividad nos permite predecir el resultado de mezclar diferentes pigmentos y lograr el color deseado.

En conclusión:

Si bien la armonía cromática proporciona guías estéticas para combinar colores de manera agradable a la vista, las tres leyes fundamentales de la colorimetría ofrecen un marco científico sólido para comprender y controlar el color. Desde la forma en que percibimos el color hasta la mezcla de pigmentos y la manipulación de la luz, estas leyes son la base de la aplicación del color en una amplia gama de disciplinas. Dominar estas leyes es esencial para cualquier profesional que trabaje con el color, permitiéndoles ir más allá de la simple intuición y lograr resultados precisos y consistentes. En lugar de solo “conocer” las reglas de la armonía, entender las leyes de la colorimetría permite “crear” nuevas reglas y posibilidades.