¿Qué es la capacidad de la persona?

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La capacidad de una persona, inherente a su personalidad, es la aptitud para ser sujeto de derechos y obligaciones jurídicas, configurando así su participación activa en el ordenamiento legal. Esta cualidad le permite interactuar plenamente en el ámbito del derecho.

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La Capacidad Jurídica: El Andamio de la Existencia Legal de la Persona

En el entramado complejo del derecho, un concepto fundamental, aunque a menudo pasado por alto, es la capacidad jurídica de la persona. Esta capacidad, intrínseca a la esencia misma del individuo, se erige como el pilar sobre el cual se construyen sus derechos y obligaciones, permitiéndole desenvolverse activamente en el mundo legal.

Más allá de ser simplemente una característica inherente, la capacidad jurídica es la aptitud fundamental para ser considerado un sujeto de derechos y obligaciones. Es la facultad que permite a una persona ser titular de derechos, como el derecho a la propiedad, a la libertad de expresión o a la salud, y, al mismo tiempo, asumir las responsabilidades que la ley le impone, como el pago de impuestos, el cumplimiento de contratos o la responsabilidad por sus actos.

Imaginemos la capacidad jurídica como el andamio invisible que rodea a cada individuo desde el momento de su nacimiento (en la mayoría de los ordenamientos jurídicos) y que le permite interactuar con el sistema legal. Sin esta capacidad, la persona se encontraría desprovista de la posibilidad de participar plenamente en la vida social y jurídica.

Profundizando en la naturaleza de la capacidad jurídica:

Es crucial diferenciar la capacidad jurídica de otros conceptos relacionados, como la capacidad de obrar o capacidad de ejercicio. Mientras que la capacidad jurídica es la aptitud general para ser titular de derechos y obligaciones, la capacidad de obrar es la aptitud para ejercerlos por uno mismo. Una persona puede tener capacidad jurídica pero carecer, total o parcialmente, de capacidad de obrar (por ejemplo, un menor de edad).

La capacidad jurídica es indivisible y se posee en su totalidad. No se puede tener “media” capacidad jurídica. La capacidad de obrar, en cambio, sí puede ser limitada, por ejemplo, por la minoría de edad, la incapacitación judicial o la existencia de ciertas prohibiciones legales.

La importancia de la capacidad jurídica:

La capacidad jurídica es la base de la igualdad ante la ley. Reconocer la capacidad jurídica a todos los individuos, sin discriminación alguna, es fundamental para garantizar un sistema legal justo y equitativo. Al permitir que todos sean titulares de derechos y obligaciones, se fomenta la participación activa en la sociedad y se contribuye a la construcción de un ordenamiento legal más justo y representativo.

En resumen, la capacidad jurídica es la piedra angular del derecho, el elemento esencial que permite a la persona participar plenamente en el mundo legal. Es un concepto que, aunque a menudo dado por sentado, es fundamental para la protección de los derechos y la garantía de la justicia. Reconocer y proteger la capacidad jurídica de cada individuo es un imperativo ético y legal que debe guiar la labor de legisladores, jueces y ciudadanos.