¿Qué tipo de palabra es cuadernillo?

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Cuadernillo es una palabra llana o grave, ya que la sílaba tónica recae en la penúltima.
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El misterio de las palabras: Desentrañando la naturaleza de “cuaderno” y “cuaderniño”

En el fascinante mundo de la lingüística, la clasificación de las palabras según su acento, o sílaba tónica, nos revela detalles intrincados sobre su estructura y origen. Hoy, nos adentraremos en la palabra “cuaderno” y su diminutivo, “cuaderniño”, para explorar su tipología.

A simple vista, “cuaderno” y “cuaderniño” parecen similares, pero una mirada más profunda nos muestra diferencias sutiles, que van más allá de la simple disminución de tamaño. La clave reside en la ubicación de la sílaba tónica, el elemento crucial para determinar si una palabra es aguda, llana o esdrújula.

“Cuaderno” es una palabra llana o grave. Esto quiere decir que la sílaba tónica, la que recibe el acento, se encuentra en la penúltima sílaba: cua-der-no. El acento no recae en la última sílaba, como en palabras agudas (por ejemplo, “cartel”), ni en la antepenúltima, como en las palabras esdrújulas (por ejemplo, “árbol”).

Ahora, ¿qué ocurre con “cuaderniño”? A pesar de ser un diminutivo de “cuaderno”, su clasificación permanece fiel a la regla general: es, igualmente, una palabra llana. El acento no se desplaza al añadir el sufijo “-illo”. Así pues, el acento permanece en la penúltima sílaba: cua-der-ni-llo.

Esta particularidad, la persistencia del acento en la penúltima sílaba del diminutivo, es un rasgo común en la formación de diminutivos en español. No siempre ocurre, claro está, pero en muchos casos, como en este, la estructura silábica y el acento permanecen inalterados. Esto pone de manifiesto la sistemática y compleja relación que existe entre la base léxica y los diferentes morfemas que la modifican.

En resumen, mientras que la diferencia entre “cuaderno” y “cuaderniño” es principalmente semántica (uno es un elemento de escritura y el otro su versión reducida), su estructura acentual (ambas llanas) revela una coherencia intrínseca del sistema lingüístico español. La comprensión de esta tipología nos ayuda a navegar con mayor facilidad por las complejidades del idioma, y a apreciar la belleza y la lógica que subyacen a su maravillosa estructura.