¿Qué verbos se utilizan al redactar las reglas?

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Al redactar reglas, se emplean diversos modos verbales para impartir instrucciones claras y efectivas. Se prefiere el infinitivo para enunciar mandatos generales, el presente y futuro de indicativo para establecer consecuencias, el imperativo para órdenes directas, la forma impersonal para objetividad y las negaciones para prohibiciones explícitas.

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El Arte de la Precisión: Los Verbos Clave al Redactar Reglas

La redacción de reglas, normas o reglamentos es un arte que exige precisión, claridad y un conocimiento profundo de la gramática. No basta con expresar una idea; se requiere que la instrucción sea comprendida sin ambigüedad y que su aplicación sea inequívoca. En este contexto, la elección del verbo y su conjugación son cruciales para lograr el efecto deseado.

Al redactar reglas, no se trata simplemente de narrar un hecho, sino de establecer una conducta esperada, una obligación o una prohibición. Por lo tanto, los verbos se convierten en herramientas fundamentales para dirigir el comportamiento de las personas a las que se dirigen las reglas.

¿Cuáles son entonces los verbos y modos verbales más utilizados en la redacción de reglas y por qué?

1. El Infinitivo: El Mandato General

El infinitivo (terminación -ar, -er, -ir) se erige como un pilar fundamental al establecer obligaciones de carácter general. Su naturaleza impersonal y desprovista de conjugación personal lo convierte en el ideal para enunciar principios rectores.

Ejemplo:Respetar el horario de entrada.” Esta regla no se dirige a un individuo específico, sino que aplica a todos aquellos sujetos a ella. El infinitivo crea un sentido de generalidad y permanencia.

2. Presente y Futuro de Indicativo: Consecuencias Claras

Estos tiempos verbales se utilizan para describir las consecuencias que se derivan del cumplimiento o incumplimiento de una regla. El presente de indicativo establece una relación directa y causal, mientras que el futuro de indicativo proyecta las consecuencias a un tiempo venidero.

Ejemplo (Presente): “Quien incumpla esta norma será sancionado.”
Ejemplo (Futuro): “Quien no presente la documentación requerida perderá el derecho a participar.”

El uso del indicativo, ya sea en presente o futuro, añade un elemento de objetividad y certeza a la regla, dejando claro qué ocurrirá en caso de su violación o cumplimiento.

3. El Imperativo: Órdenes Directas y Concisas

El modo imperativo se reserva para dar órdenes directas y concisas. Su fuerza radica en su inmediatez y su capacidad para generar una respuesta inmediata. Sin embargo, su uso debe ser moderado, ya que un exceso de imperativos puede sonar autoritario o descortés.

Ejemplo:Entregue su identificación al ingresar.”

Aunque efectivo, el imperativo puede resultar menos adecuado en contextos formales o cuando se busca un tono más persuasivo.

4. La Forma Impersonal: Objetividad y Generalidad

La forma impersonal del verbo (se + verbo en tercera persona del singular) es una herramienta valiosa para impartir instrucciones de manera objetiva y general. Permite enfatizar la acción en sí misma, en lugar de quién la realiza.

Ejemplo:Se deberá notificar cualquier cambio de domicilio.”

Esta construcción despersonaliza la orden, haciéndola más imparcial y menos impositiva.

5. La Negación: Prohibiciones Explícitas

No se pueden redactar reglas efectivas sin expresar explícitamente lo que está prohibido. La negación, generalmente introducida por la palabra “no”, es esencial para establecer límites y prohibiciones claras.

Ejemplo:No está permitido fumar en las instalaciones.”

Las prohibiciones deben ser inequívocas para evitar interpretaciones ambiguas y garantizar el cumplimiento de las reglas.

En Conclusión:

La elección del verbo y su conjugación son elementos cruciales en la redacción de reglas efectivas. La cuidadosa selección de infinitivos, presentes y futuros de indicativo, imperativos, formas impersonales y negaciones, permite crear un conjunto de normas claras, precisas y comprensibles que guíen el comportamiento de las personas a las que se dirigen. Dominar este arte de la precisión verbal es fundamental para lograr una comunicación efectiva y un cumplimiento exitoso de las reglas establecidas.