¿Cómo se calcula un día en los hoteles?

Un día en el hotel, ¿cómo se cuenta realmente?

A la hora de reservar un hotel, la emoción por el viaje puede llevarnos a pasar por alto ciertos detalles. Uno de ellos, y no por ello menos importante, es cómo se calcula exactamente un día en el mundo hotelero. Si bien puede parecer sencillo, la realidad es que la forma de contabilizar las noches de hotel puede generar confusiones y, en algunos casos, incluso afectar al presupuesto del viaje.

Olvídate de las 24 horas. La clave para entender el cálculo de un día hotelero reside en la fecha de salida. A diferencia de lo que podríamos pensar, no es la fecha de entrada la que determina el inicio y fin de la estancia, sino el momento en que abandonamos el hotel.

¿Qué significa esto en la práctica? Imaginemos que reservamos una habitación desde el lunes a las 14:00 hasta el martes a las 12:00. A pesar de no haber llegado a las 24 horas de estancia, se contabilizará como una noche completa. Esto se debe a que la fecha de salida, en este caso el martes, marca el último día completo de alojamiento.

En resumen, el sistema hotelero se basa en el principio de que la habitación está disponible para el huésped durante todo el día de la salida. Es decir, aunque abandonemos el hotel a primera hora de la mañana, se considera que hemos disfrutado de la habitación durante todo el día anterior.

Conocer este detalle puede ser crucial a la hora de:

• Planificar el presupuesto: al entender cómo se calcula la estancia, podemos evitar sorpresas desagradables y ajustar mejor los gastos del viaje.
• Aprovechar al máximo la reserva: si la hora de salida es flexible, podemos aprovechar para disfrutar al máximo del último día en el destino.
• Negociar con el hotel: en casos especiales, como vuelos con horarios complicados, es posible hablar con el hotel para solicitar un late check-out o una tarifa especial.

En definitiva, aunque parezca un detalle menor, comprender cómo se calcula un día en un hotel puede marcar la diferencia a la hora de disfrutar de una estancia agradable y sin contratiempos.