¿Qué es más barato, separarse o divorciarse?

¿Separarse o divorciarse? El coste económico y el impacto emocional.

A menudo se escucha que separarse es más barato que divorciarse. Sin embargo, esta creencia popular no suele reflejar la realidad. Si bien las circunstancias individuales pueden variar, en la práctica, el coste económico de una separación legal y un divorcio de mutuo acuerdo es sorprendentemente similar. Ambos procesos requieren la intervención de profesionales, como abogados y procuradores, y conllevan gastos administrativos y judiciales que, en esencia, son prácticamente idénticos.

La diferencia radica en la finalidad de cada proceso. La separación legal interrumpe la convivencia y establece las condiciones de la misma (pensión alimenticia, custodia de los hijos, régimen de visitas, etc.), pero mantiene el vínculo matrimonial. El divorcio, por otro lado, disuelve definitivamente el matrimonio, permitiendo a las partes volver a contraer matrimonio.

Si la intención a largo plazo es la disolución del matrimonio, optar por una separación inicial y posteriormente un divorcio, implica duplicar los costes y prolongar el proceso, generando un mayor desgaste emocional para todos los involucrados.

Por ello, si la decisión de romper la relación es firme, la opción más eficiente, tanto económica como emocionalmente, suele ser el divorcio de mutuo acuerdo. Este tipo de divorcio, basado en el consenso y la colaboración entre las partes, simplifica los trámites y reduce considerablemente los costes al compartir los honorarios de un único abogado y procurador.

Más allá del aspecto económico, el divorcio de mutuo acuerdo ofrece una serie de ventajas intangibles, pero de gran valor. Facilita una transición más suave y menos traumática, especialmente si hay hijos menores. Permite construir una relación familiar sana, aunque diferente, basada en el respeto y la comunicación, minimizando el impacto emocional de la ruptura en los niños.

En definitiva, si bien la separación puede parecer una opción más económica a corto plazo, a la larga, el divorcio de mutuo acuerdo se presenta como la alternativa más sensata y beneficiosa para todas las partes. No solo evita duplicar gastos, sino que además promueve una resolución más pacífica y constructiva, favoreciendo el bienestar emocional de la familia en su conjunto. Ante cualquier duda, es fundamental buscar el asesoramiento de un profesional del derecho que pueda orientar y acompañar en este proceso.