¿Qué porcentaje se considera insuficiencia renal?

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La insuficiencia renal terminal se diagnostica cuando la función renal disminuye a menos del 15% de su capacidad normal, impidiendo que los riñones realicen sus funciones vitales para la supervivencia. Esto implica la necesidad de diálisis o trasplante.

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El Umbral del 15%: Entendiendo la Insuficiencia Renal Terminal

La insuficiencia renal es un espectro. No es un diagnóstico de “todo o nada”, sino una progresión gradual de pérdida de función renal. Mientras que diferentes etapas de la enfermedad renal crónica se definen por la tasa de filtración glomerular (TFG), la insuficiencia renal terminal se establece en un umbral específico: menos del 15% de la función renal normal.

Este 15% representa un punto crítico donde los riñones ya no pueden mantener el equilibrio interno del cuerpo. Por debajo de esta línea, las toxinas se acumulan en la sangre, el equilibrio de electrolitos se descontrola y el organismo lucha por mantener funciones vitales. En esencia, se alcanza un estado donde la vida sin intervención médica se vuelve insostenible.

Es importante diferenciar entre la enfermedad renal crónica y la insuficiencia renal terminal. La enfermedad renal crónica se clasifica en etapas, desde la etapa 1 (daño renal con función normal o aumentada) hasta la etapa 5 (insuficiencia renal). La insuficiencia renal terminal se corresponde con la etapa 5 de la enfermedad renal crónica, específicamente cuando la función renal cae por debajo de ese 15%.

Alcanzar este punto no significa necesariamente una sentencia inmediata. Significa que los riñones han perdido la capacidad de realizar sus funciones vitales por sí solos y se requiere una intervención para suplir esa función. Estas intervenciones son la diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal), que filtra artificialmente la sangre, y el trasplante de riñón, que reemplaza el órgano dañado por uno sano.

La vida con insuficiencia renal terminal requiere un cambio significativo en el estilo de vida y un compromiso con el tratamiento. Es fundamental un seguimiento médico riguroso, una dieta adaptada y, en el caso de la diálisis, adherirse a un programa regular de sesiones.

Aunque la insuficiencia renal terminal es una condición seria, los avances en diálisis y trasplante han mejorado significativamente la calidad de vida y la esperanza de vida de las personas que la padecen. La detección temprana y el manejo adecuado de la enfermedad renal crónica son cruciales para retrasar o incluso prevenir la progresión a la insuficiencia renal terminal. Consultá con un profesional de la salud si tenés factores de riesgo o síntomas de enfermedad renal.