¿Qué verbos no se conjugan?

3 ver

Algunos verbos españoles presentan conjugaciones incompletas, denominados defectivos. Ejemplos de estos son: acaecer, atañer, balbucir, concernir, colorir, empedernir, fallir, guarnir, llover, nevar y usucapir, los cuales carecen de ciertas formas verbales.

Comentarios 0 gustos

Los Verbos Rebeldes: Una Mirada a los Verbos Defectivos del Español

El español, como toda lengua viva y orgánica, presenta excepciones a sus reglas. En el terreno de la conjugación verbal, encontramos un grupo peculiar de verbos que, por decirlo de alguna manera, se resisten a la norma: los verbos defectivos. A diferencia de los verbos regulares e irregulares que presentan una conjugación completa a través de todos los tiempos y modos, los defectivos carecen de algunas formas verbales, limitando su uso a ciertas conjugaciones. Esta “deficiencia” no implica una imperfección lingüística, sino una particularidad semántica que determina su uso contextual.

No se trata de una lista cerrada y universalmente aceptada, ya que la consideración de un verbo como defectivo puede depender del contexto y de la gramática consultada. Sin embargo, algunos verbos aparecen con frecuencia en las listas de defectivos, y su peculiaridad radica en la ausencia de ciertas conjugaciones que, en principio, esperaríamos encontrar. Ejemplos clásicos incluyen:

  • Acaecer: Este verbo, que significa “suceder” o “ocurrir”, es notoriamente defectivo. Se utiliza principalmente en tercera persona del singular y plural del presente de indicativo ( acaece, acaecen), y su uso en otros tiempos es escaso o inexistente en el español moderno. Intentar conjugarlo en primera persona del singular (“Yo acaezco”) resultaría artificial y poco natural.

  • Atañer: Significando “pertenecer” o “corresponder”, este verbo se usa casi exclusivamente en tercera persona (“atañe a…”). La construcción de otras conjugaciones suena forzada.

  • Balbucir: Si bien se puede encontrar en algunos tiempos, su conjugación es incompleta, especialmente en las personas que no sean la tercera persona del singular.

  • Concernir: Similar a “atañer”, se usa principalmente en tercera persona para expresar pertinencia o incumbencia.

  • Colorir: Este verbo, que significa “dar color”, presenta una conjugación irregular y bastante limitada en el español actual.

  • Empedernir: Con el significado de “endurecer”, presenta deficiencias en algunas personas y tiempos.

  • Fallir: Este verbo, sinónimo de “fallar”, presenta irregularidades y lagunas en su conjugación.

  • Guarnir: Significa “adornar” o “proteger”, y al igual que los anteriores, tiene una conjugación incompleta.

  • Llover y Nevar: Estos verbos, relacionados con fenómenos meteorológicos, se utilizan casi exclusivamente en tercera persona del singular y plural. Imaginar una oración como “Yo lluevo” resulta incongruente.

  • Usucapir: Un verbo jurídico que implica la adquisición de la propiedad por prescripción, también presenta una conjugación incompleta.

La razón de esta “defectividad” reside en el uso restringido de estos verbos. Su significado y su contexto pragmático limitan su aparición en determinadas formas verbales. En esencia, la lengua ha “eliminado” las conjugaciones que resultan redundantes o poco naturales. En lugar de considerarlos errores gramaticales, debemos entenderlos como una manifestación de la evolución y la economía de la lengua española.

En conclusión, la presencia de verbos defectivos en el español nos recuerda la riqueza y complejidad de su sistema verbal. Su estudio, lejos de ser un obstáculo, nos ayuda a comprender mejor las fuerzas dinámicas que moldean el lenguaje y a apreciar la sutileza de su expresión. La próxima vez que encuentres un verbo que parezca resistirse a ser conjugado completamente, recuerda que forma parte de la fascinante familia de los verbos defectivos, una peculiaridad que enriquece la gramática española.