¿Por qué han bajado mis FPS?

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La disminución de FPS se debe, generalmente, a que tu equipo no alcanza los requisitos mínimos o recomendados del juego con la configuración gráfica actual. Un desajuste significativo entre el hardware y las demandas del juego puede incluso impedir su carga.

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¿Por qué mis FPS han bajado? La guía definitiva para recuperar el rendimiento en tus juegos

Has estado jugando tu videojuego favorito durante semanas, incluso meses, y todo iba perfecto. Los gráficos fluidos, la acción sin interrupciones, la inmersión total. Pero, de repente, algo cambió. La imagen se entrecorta, los movimientos son torpes, y la experiencia se vuelve frustrante. La culpable: una drástica caída en los FPS (Frames Per Second o Cuadros Por Segundo). Pero, ¿por qué sucede esto y, lo más importante, cómo puedes solucionarlo?

La respuesta más directa, y a menudo la más común, es que tu equipo ya no cumple con las exigencias gráficas del juego con la configuración actual. En otras palabras, tu tarjeta gráfica, procesador, memoria RAM o incluso tu disco duro están trabajando al límite y no pueden seguir el ritmo de las imágenes que el juego intenta generar por segundo.

Más allá de lo evidente: Entendiendo las causas de la disminución de FPS

Si bien la insuficiencia de hardware es la explicación principal, la realidad es que la disminución de FPS puede ser un problema multifactorial. Aquí exploramos algunas de las causas más comunes que a menudo se pasan por alto:

  • Actualizaciones inesperadas del juego: Los desarrolladores a menudo lanzan parches y actualizaciones para sus juegos. Si bien estas actualizaciones suelen mejorar la experiencia general, también pueden, sin querer, aumentar los requisitos del sistema. Esto puede significar que lo que antes funcionaba a la perfección, ahora está al límite.
  • Controladores de la tarjeta gráfica obsoletos: Los drivers o controladores son el software que permite que tu tarjeta gráfica se comunique con el sistema operativo y el juego. Los fabricantes, como NVIDIA y AMD, lanzan actualizaciones constantemente para mejorar el rendimiento y solucionar bugs. Si no has actualizado tus drivers en un tiempo, es muy probable que estés perdiendo rendimiento.
  • Problemas de temperatura: Si los componentes de tu computadora (CPU, GPU) se sobrecalientan, comenzarán a reducir su rendimiento automáticamente para evitar daños. Esto se conoce como “thermal throttling” y puede causar caídas drásticas en los FPS.
  • Software en segundo plano: Muchos programas que se ejecutan en segundo plano consumen recursos del sistema que podrían estar dedicados al juego. Aplicaciones como navegadores web con múltiples pestañas abiertas, programas de edición de video o incluso antivirus pueden afectar significativamente el rendimiento.
  • Fragmentación del disco duro: Si tu juego está instalado en un disco duro (HDD) en lugar de un SSD (Solid State Drive), la fragmentación puede ralentizar la lectura de datos, afectando al rendimiento general y a los FPS.
  • Configuración gráfica excesiva: Incluso si tu equipo inicialmente cumplía con los requisitos recomendados, puede que hayas configurado los ajustes gráficos al máximo. Las opciones como el antialiasing, la resolución de texturas y los efectos de iluminación pueden tener un impacto significativo en los FPS.
  • Malware: Un virus o malware puede consumir recursos del sistema y afectar negativamente el rendimiento de tus juegos.

Soluciones prácticas para recuperar tus FPS perdidos:

Ahora que conoces las posibles causas, veamos cómo puedes solucionar el problema:

  • Verifica los requisitos del sistema: Asegúrate de que tu computadora cumpla con los requisitos mínimos y recomendados del juego. Si solo cumples los requisitos mínimos, es probable que necesites bajar la configuración gráfica.
  • Actualiza los drivers de tu tarjeta gráfica: Visita el sitio web del fabricante (NVIDIA o AMD) y descarga los últimos drivers para tu tarjeta.
  • Monitorea la temperatura de tu hardware: Utiliza un programa como MSI Afterburner o HWMonitor para controlar la temperatura de tu CPU y GPU. Si están demasiado altas, considera mejorar la refrigeración.
  • Cierra programas innecesarios: Antes de jugar, cierra todos los programas que no necesites.
  • Desfragmenta tu disco duro (si lo usas): Si tu juego está instalado en un HDD, desfragmentarlo regularmente puede mejorar el rendimiento.
  • Baja la configuración gráfica: Experimenta con diferentes ajustes gráficos hasta encontrar un equilibrio entre calidad visual y rendimiento.
  • Realiza un escaneo antivirus: Asegúrate de que tu sistema esté limpio de virus y malware.
  • Considera una actualización de hardware: Si tu equipo está realmente obsoleto, podría ser hora de considerar una actualización de la tarjeta gráfica, el procesador o la memoria RAM.
  • Optimiza el rendimiento de Windows: Desactiva efectos visuales innecesarios y ajusta la configuración de energía para obtener el máximo rendimiento.

En conclusión:

La caída de FPS puede ser frustrante, pero con un poco de paciencia y siguiendo estos consejos, podrás identificar la causa del problema y tomar las medidas necesarias para recuperar el rendimiento en tus juegos. Recuerda que la clave está en analizar tu sistema, identificar los cuellos de botella y aplicar las soluciones adecuadas. ¡Mucha suerte y disfruta de tus juegos!