¿Cuándo Nace una estrella resumen?

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A pesar de su lucha contra el alcoholismo, Jackson Maine, estrella de la música country, impulsa la carrera de Ally, una joven cantante. Mientras ella asciende al estrellato, él enfrenta dificultades para aceptar su propio ocaso.

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El Nacimiento de una Estrella: Más Allá del Brillante Escenario

La frase “cuando nace una estrella” evoca imágenes de fulgores celestiales, de un fenómeno cósmico grandioso. Pero la película “Ha nacido una estrella” (2018), protagonizada por Bradley Cooper y Lady Gaga, nos ofrece una reinterpretación humana, íntima y profundamente conmovedora de esta misma idea. No se trata solo del fulgor repentino, sino del proceso, complejo y a menudo doloroso, de cómo una estrella se eleva al cielo mientras otra se apaga.

La trama, aparentemente simple, nos presenta la ascensión meteórica de Ally, una joven artista con un talento innato que languidece en la sombra de sus sueños. Su encuentro con Jackson Maine, un ídolo de la música country en plena decadencia, marca un punto de inflexión. Maine, un gigante musical lidiando con el alcoholismo y el peso de la fama, ve en Ally una chispa, un potencial ilimitado que él mismo reconoce, quizás con una cuota de envidia, como algo que ya no posee.

El “nacimiento” de Ally como estrella no es un evento instantáneo. No es simplemente la firma de un contrato discográfico o una actuación triunfal. Es un proceso orgánico, un cultivo paciente de su talento bajo la tutela, aunque a veces torpe, de Jackson. Es la transformación de una artista insegura en una figura carismática y poderosa. Es la superación de las dudas, el apoyo en momentos cruciales y la asunción de riesgos calculados.

Sin embargo, la película nos muestra una faceta crucial: este nacimiento ocurre a expensas de otra estrella. El ocaso de Maine es paralela, inextricablemente ligada, al ascenso de Ally. Su lucha contra la adicción, su incapacidad para aceptar su propia mortalidad artística, se convierten en un reflejo oscuro del brillo deslumbrante de Ally. Su “muerte” como estrella, aunque no literal, es un sacrificio necesario para el nacimiento de la nueva.

En este sentido, la película trasciende la simple historia de amor y éxito. Se convierte en una meditación sobre el precio de la fama, la naturaleza efímera del éxito y la compleja relación entre mentor y discípulo. El “nacimiento de una estrella” se nos presenta, entonces, no como un instante mágico, sino como un proceso de creación y destrucción, de luces y sombras, un ballet trágico en el que dos almas se entrelazan en una danza de ascenso y caída. Es la cruda realidad de una industria despiadada, donde el brillo superficial esconde a menudo un drama humano profundo y conmovedor.