¿Qué género literario es el agua?

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Agua, de José María Arguedas, es una obra narrativa escrita en castellano. Publicada por la Compañía de Impresiones y Publicidad en Lima, esta pieza literaria se inscribe dentro del género narrativo, presentando una historia y personajes a través de la prosa del autor.

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Más allá de la narrativa: Explorando la naturaleza genérica de “Agua” de Arguedas

Clasificar “Agua” de José María Arguedas simplemente como una obra narrativa, aunque cierto, resulta reduccionista. Si bien es innegable su pertenencia al género narrativo –una historia contada a través de la prosa, con personajes y una trama–, la riqueza y complejidad de la obra trascienden una simple etiqueta. La afirmación de que es una novela, aunque común, requiere una exploración más profunda.

La obra, publicada en Lima por la Compañía de Impresiones y Publicidad, se caracteriza por una intensa carga simbólica que la sitúa en un espacio genérico ambiguo. No se trata únicamente de relatar una historia; Arguedas utiliza el agua como un poderoso elemento metafórico que penetra la narrativa en múltiples niveles. El agua representa la vida, la muerte, la memoria colectiva, la opresión social y la fuerza indómita de la naturaleza, todo entrelazado con la experiencia andina.

Podríamos argumentar que “Agua” se aproxima a la novela corta o incluso a la nouvelle por su extensión y estructura, pero su impacto radica en la densidad de su simbolismo y en la manera en que Arguedas construye una microcosmos que refleja la complejidad de la realidad peruana. La aparente simplicidad de la trama sirve como vehículo para una exploración profunda de temas universales, abordados a través de una lente profundamente arraigada en la cosmovisión andina.

Más que una simple clasificación genérica, la obra invita a una lectura que considere su dimensión poética. La prosa de Arguedas, con su ritmo y musicalidad, se aproxima a la lírica en su capacidad de evocar imágenes y sensaciones intensas. La descripción del agua, su movimiento, su fuerza, su presencia omnipresente, adquiere una dimensión casi sensorial, trascendiendo la mera descripción objetiva.

Por lo tanto, afirmar que “Agua” es una obra narrativa es correcto, pero incompleto. Su verdadera naturaleza genérica reside en una compleja intersección entre la narrativa, la poesía y el simbolismo, una mezcla única que refleja la visión literaria inconfundible de José María Arguedas y su compromiso con la representación de la realidad andina. Es una obra que desafía las categorías literarias convencionales, invitándonos a una lectura atenta y reflexiva que aprecie su riqueza multifacética.