¿Cómo se llaman los brillantes de la ropa?

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Los brillantes decorativos que adornan prendas de vestir, bolsos y otros accesorios se denominan pedrería o, más comúnmente, strass. Estos imitan el brillo de los diamantes, aportando un atractivo resplandor sin su elevado costo.

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El brillo seductor de una prenda con destellos no pasa desapercibido. Pero, ¿cómo llamamos a esas pequeñas gemas que añaden un toque de glamour a nuestra ropa? Si bien la respuesta rápida y generalizada es “brillantes”, el término correcto y más preciso para referirnos a estas aplicaciones decorativas es pedrería o, aún más comúnmente, strass.

El strass, derivado del apellido del joyero alsaciano Georg Friedrich Strass, quien en el siglo XVIII perfeccionó la técnica de imitar diamantes utilizando vidrio con alto contenido de plomo, se ha convertido en sinónimo de brillo y ostentación accesible. Estas pequeñas piezas, talladas con facetas que reflejan la luz de forma similar a las piedras preciosas, se aplican sobre la tela, creando patrones, dibujos o simplemente añadiendo un toque de luz.

Más allá del término general “strass”, existe una rica variedad de nombres específicos que describen estos brillantes según su forma, tamaño, material y aplicación. Podemos encontrar:

  • Chatones: Pequeñas piezas redondas y planas, generalmente sin engaste, que se adhieren directamente a la tela con pegamento. Son los más comunes y versátiles.
  • Cristales: Término más amplio que engloba diferentes tipos de piedras de imitación, incluyendo el strass, pero también otros materiales como el acrílico o la resina.
  • Lentejuelas: Planas y generalmente con forma de disco, ofrecen un brillo intenso y uniforme, y suelen coserse a la prenda en lugar de pegarse. A diferencia del strass facetado, las lentejuelas reflejan la luz en una sola dirección.
  • Cuentas: Pequeñas piezas perforadas que se ensartan en hilos o se cosen individualmente, ofreciendo una amplia gama de formas, tamaños y materiales, incluyendo versiones brillantes que imitan piedras preciosas.

La elección del término adecuado depende del contexto. Mientras “strass” y “pedrería” son generales y ampliamente aceptados, especificar “chatones”, “lentejuelas” o “cuentas” aporta mayor precisión y permite visualizar con mayor claridad el tipo de adorno al que nos referimos. Conocer esta terminología nos permite no solo apreciar la belleza de estos detalles, sino también comunicarnos con mayor precisión al describir una prenda o buscar materiales para nuestros propios proyectos creativos. Así, la próxima vez que admires el brillo de un vestido o una chaqueta, podrás nombrar con propiedad esos pequeños destellos que hacen la diferencia.