¿Qué no usar en una boda?

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Evita el blanco y el negro, símbolos reservados a los novios. La vestimenta debe ser apropiada para la ocasión, descartando la informalidad excesiva y los colores o estampados llamativos o inapropiados. Opta por un atuendo discreto y respetuoso con la celebración.

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La Guía Definitiva para Evitar Desastres de Estilo en una Boda: ¿Qué NO Ponerte?

Asistir a una boda es un honor, una invitación a celebrar el amor de una pareja que inicia un nuevo capítulo en sus vidas. Y si bien es un momento para disfrutar y festejar, también implica un código de vestimenta implícito, un protocolo no escrito que busca honrar a los novios y mantener la elegancia del evento. Evitar ciertos errores de estilo es crucial para asegurar que tu presencia sume a la celebración y no reste protagonismo a los verdaderos protagonistas.

Si te has preguntado alguna vez “¿Qué no me pongo para esta boda?”, esta guía te aclarará las dudas y te ayudará a navegar por las trampas de la moda nupcial.

El Tabú del Blanco y el Imperio del Negro:

Comencemos con los absolutos: ¡Evita a toda costa el blanco! Este color está reservado exclusivamente para la novia. Usar blanco se considera una grave falta de respeto, un intento (consciente o inconsciente) de robarle la atención en su día especial. Aunque pueda sonar obvio, es increíble la frecuencia con la que este error se comete.

En cuanto al negro, la situación es un poco más matizada. Tradicionalmente, se asociaba al luto y se evitaba en las bodas. Sin embargo, la moda actual permite el negro en ciertas circunstancias, siempre y cuando se complemente con accesorios vibrantes y festivos. Un vestido negro elegante puede funcionar, pero jamás sin adornos llamativos, joyas brillantes o un chal de color que le dé vida al conjunto. Piensa en un toque de color que lo transforme en un atuendo de celebración. La clave es evitar que el negro domine por completo y transmita una sensación de sobriedad excesiva.

Adiós a la Informalidad Excesiva:

Una boda no es el lugar para tu ropa de gimnasio, tus jeans rotos favoritos o esa camiseta con un estampado “gracioso”. Es una ocasión formal que requiere un esfuerzo en la vestimenta. Piensa en la formalidad del evento: ¿es una boda en la playa, un evento campestre, o una celebración en un salón elegante? El lugar y la hora dictarán el nivel de formalidad.

Evita la informalidad excesiva optando por prendas que demuestren respeto por la ocasión. Un atuendo elegante de cóctel, un vestido de tarde, un traje con corbata (dependiendo del código de vestimenta) son opciones seguras.

Colores y Estampados: La Prudencia es la Clave:

Si bien no hay colores prohibidos (más allá del blanco), es importante elegir colores y estampados que sean apropiados para la ocasión. Evita los colores neón o fluorescentes que puedan ser demasiado llamativos y desviar la atención. Los estampados excesivamente grandes o extravagantes también pueden resultar inapropiados.

Opta por colores sólidos en tonos pastel, joyas, o estampados discretos y elegantes. La idea es complementar la celebración, no eclipsarla. En caso de duda, inclínate por colores neutros y complementarlos con accesorios que reflejen tu personalidad y el espíritu festivo del evento.

El Secreto Final: Discreción y Respeto:

En resumen, la clave para vestirte adecuadamente para una boda es la discreción y el respeto. Recuerda que el día es de los novios y tu papel es celebrar su unión, no competir por la atención. Elige un atuendo que te haga sentir cómoda y segura, pero que también sea respetuoso con la ocasión y con los protagonistas del día. ¡Siguiendo estos consejos, seguro que lucirás fantástica y disfrutarás de la boda sin errores de estilo!