¿Cómo afecta la luna al peso?

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La Luna reduce la fuerza gravitatoria de la Tierra cuando está en su punto más alto, lo que provoca una ligera reducción temporal del peso. Los científicos estiman que esta pérdida es de aproximadamente 0,48 miligramos por kilogramo de masa corporal.

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El sutil influjo lunar: ¿Cómo afecta la Luna a nuestro peso?

La Luna, nuestro satélite natural, ejerce una fascinante influencia sobre la Tierra, regulando las mareas y, aunque de forma imperceptible para la mayoría, también afectando nuestro peso. Contrariamente a las creencias populares que atribuyen cambios significativos al ciclo lunar, la realidad es mucho más sutil y se encuentra en el ámbito de la física gravitatoria.

La fuerza gravitatoria de la Luna, aunque considerable para influir en los océanos, es relativamente pequeña en comparación con la de la Tierra. Sin embargo, esta fuerza no es constante. Cuando la Luna se encuentra en su cenit, es decir, directamente sobre nosotros, su atracción gravitatoria se suma a la fuerza centrífuga de la rotación terrestre. Este efecto combinado resulta en una ligera disminución de la fuerza gravitatoria neta que experimentamos.

¿Cuánto pesa esta influencia? Los cálculos científicos indican que esta reducción del peso es mínima, del orden de 0,48 miligramos por cada kilogramo de masa corporal. Para una persona de 70 kilogramos, esto representaría una pérdida de peso de aproximadamente 0,0336 gramos. Una diferencia prácticamente indetectable con cualquier báscula común.

Es importante destacar que esta variación es temporal y se observa únicamente cuando la Luna está en su posición más alta en el cielo. A medida que la Luna cambia de posición, la influencia gravitatoria se modifica, volviendo el efecto prácticamente inapreciable a lo largo del día. Además, otros factores, como la distribución de la masa terrestre y las fluctuaciones en la propia gravedad terrestre, ejercen una influencia mucho mayor en nuestro peso que la atracción lunar.

Por lo tanto, aunque la Luna técnicamente influye en nuestro peso, la magnitud de esta influencia es tan insignificante que carece de cualquier relevancia práctica en la vida diaria. La idea romántica de que la Luna nos “aliviana” de forma perceptible es, en el contexto de la física, una simplificación poética que no refleja la realidad cuantitativa del fenómeno. La verdadera influencia lunar se manifiesta en escalas mucho mayores, como las mareas oceánicas, y su impacto en nuestro peso personal se limita a una variación prácticamente indetectable.