¿Cómo aliviar una quemadura con peróxido de hidrógeno?

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El peróxido de hidrógeno, en concentraciones altas, puede agravar las quemaduras, causando dolor y daño. Sin embargo, si una solución diluida causa una leve irritación, lava inmediatamente la zona con abundante agua fría. Esto ayuda a neutralizar el peróxido y a aliviar el malestar, previniendo complicaciones mayores.

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El Peróxido de Hidrógeno y las Quemaduras: Un Mito que Necesita Desmontarse

El peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) es un producto de uso doméstico común, a menudo asociado con la limpieza y la desinfección de heridas. Sin embargo, su aplicación en quemaduras es un tema controvertido, y la creencia popular de que alivia este tipo de lesiones es, en muchos casos, errónea e incluso peligrosa. Este artículo aclara la realidad del uso del peróxido de hidrógeno en el tratamiento de quemaduras.

La idea de utilizar peróxido de hidrógeno sobre una quemadura surge de su propiedad antiséptica. Sin embargo, la aplicación directa de peróxido de hidrógeno, especialmente en concentraciones superiores al 3%, puede resultar contraproducente y agravar significativamente la lesión. Su acción oxidante, mientras que eficaz contra ciertas bacterias, también puede dañar las células sanas en la zona quemada, provocando mayor inflamación, dolor intenso e incluso retrasando el proceso de cicatrización. En lugar de aliviar, puede intensificar el sufrimiento del afectado.

¿Qué hacer si accidentalmente se aplica peróxido de hidrógeno en una quemadura leve y se produce irritación?

En el caso de una quemadura leve y una aplicación accidental de una solución diluida de peróxido de hidrógeno que cause una leve irritación, la prioridad es neutralizar el agente causante del malestar. La acción inmediata y crucial debe ser:

  • Enjuagar abundantemente con agua fría: El agua fría ayuda a disminuir la temperatura de la zona afectada, reduciendo la inflamación y el dolor. Además, diluye el peróxido de hidrógeno residual, minimizando su efecto dañino. El lavado debe ser prolongado, al menos durante 15-20 minutos.

  • Observar la evolución: Después del enjuague, es fundamental observar la evolución de la quemadura. Si la irritación persiste, aumenta o se presentan signos de infección (enrojecimiento excesivo, pus, aumento del dolor, fiebre), se debe buscar atención médica inmediata.

¿Cuál es el tratamiento adecuado para las quemaduras?

El tratamiento de una quemadura dependerá de su gravedad. Para quemaduras leves (enrojecimiento y dolor leve), el enfriamiento con agua fría y la aplicación de una crema hidratante sin perfume son suficientes. Para quemaduras de segundo o tercer grado, la atención médica especializada es imprescindible.

En resumen: El peróxido de hidrógeno no debe utilizarse para tratar quemaduras. Su acción puede ser más perjudicial que beneficiosa, especialmente en concentraciones elevadas. En caso de una aplicación accidental que provoque irritación, el enjuague abundante con agua fría es la medida más adecuada. Para cualquier quemadura, especialmente las de mayor gravedad, la consulta con un profesional médico es fundamental para recibir un tratamiento correcto y evitar complicaciones. No se automedique; la información contenida en este artículo no sustituye la consulta con un profesional de la salud.