¿Cómo curar una extracción de lunar?

Cómo curar una extracción de lunar: Guía paso a paso

Tras la extracción de un lunar, es esencial seguir un proceso de curación adecuado para minimizar el riesgo de infección, cicatrices y otros problemas. Aquí tienes una guía paso a paso sobre cómo curar una extracción de lunar:

1. Mantén la zona cubierta:

• Inmediatamente después de la extracción, el médico o la enfermera aplicará un vendaje o apósito sobre la herida.
• Mantén esta cobertura durante las primeras 24-48 horas para proteger la herida de la suciedad y las bacterias.

2. Lava suavemente:

• Una vez transcurridas las primeras 24-48 horas, retira el vendaje.
• Lava suavemente la zona con agua tibia y jabón antiséptico.
• Utiliza una gasa o un paño limpio y evita frotar o mojar excesivamente la herida.

3. Seca con toques suaves:

• Después de lavar, seca la herida con toques suaves con una gasa o un paño limpio.
• No frotes la herida, ya que esto puede irritarla.

4. Aplica un vendaje nuevo:

• Si la herida está abierta o supurando, aplica un nuevo vendaje o apósito.
• Esto ayudará a proteger la herida y a absorber cualquier líquido.

5. Cambia el vendaje regularmente:

• Cambia el vendaje o apósito diariamente o según las indicaciones del médico.
• Si el vendaje se ensucia o se moja, cámbialo inmediatamente.

6. Evita actividades extenuantes:

• Durante la fase de curación, evita las actividades extenuantes que puedan provocar sudoración o fricción en la zona de la herida.
• Esto ayudará a reducir el riesgo de infección.

7. Protege la herida del sol:

• Mantén la herida protegida del sol utilizando protector solar y cubriendo la zona con ropa.
• La exposición al sol puede oscurecer la cicatriz y aumentar el riesgo de cáncer de piel.

8. Llama al médico si:

• Experimentas enrojecimiento, hinchazón o dolor en la zona de la herida.
• La herida supura o no cicatriza después de unos días.
• Tienes fiebre o escalofríos.

Siguiendo estos pasos, puedes ayudar a que tu extracción de lunar cicatrice correctamente y minimizar el riesgo de complicaciones. Recuerda mantener la zona limpia, protegida y seca. Si tienes alguna duda o preocupación, consulta siempre con tu médico.