¿Cómo poner más clara el agua de la piscina?

Agua de piscina cristalina: Un oasis en tu jardín

El sueño de cualquier propietario de piscina es tener un agua cristalina y reluciente, invitando a un chapuzón refrescante. Lograrlo no es magia, sino una combinación de atención regular y los cuidados adecuados. Olvídate del agua turbia y disfruta de un oasis en tu jardín siguiendo estos sencillos pasos.

1. La primera impresión cuenta: limpieza superficial.

Antes de sumergirnos en tratamientos químicos y procesos más complejos, el primer paso es la limpieza superficial. Un skimmer de hojas y una red serán tus mejores aliados para retirar hojas, insectos, ramas y cualquier otro residuo que flote en la superficie. Esta tarea, aunque sencilla, marca una gran diferencia y previene la acumulación de materia orgánica que puede descomponerse y afectar la calidad del agua. Dedica unos minutos diarios a esta tarea y notarás el cambio.

2. La química perfecta: el equilibrio del agua.

Mantener el equilibrio químico del agua es fundamental para su claridad y para la salud de los bañistas. Utilizar un kit de análisis te permitirá conocer los niveles de pH, cloro, alcalinidad y otros parámetros importantes. Ajusta estos valores según las recomendaciones del fabricante de tu piscina, utilizando los productos químicos adecuados. Recuerda que un exceso o una falta de algún componente puede generar agua turbia, irritación en la piel y ojos, e incluso dañar el equipo de la piscina. Un profesional en piscinas puede ayudarte a establecer un plan de tratamiento personalizado y eficiente.

3. Adiós a los sedimentos: aspirar el fondo.

Incluso con una buena filtración, algunos sedimentos finos pueden acumularse en el fondo de la piscina. Aspirar regularmente, al menos una vez por semana, eliminará estas partículas y contribuirá a una mayor claridad del agua. Existen diferentes tipos de limpiafondos, desde manuales hasta automáticos, que se adaptan a las necesidades y características de cada piscina. Elige el que mejor se adapte a ti y disfruta de un fondo impecable.

4. La pieza clave: la depuradora.

La depuradora es el corazón del sistema de limpieza de tu piscina. Es la encargada de filtrar el agua, eliminando impurezas y manteniéndola circulando. Asegúrate de que funcione correctamente y de que el filtro esté limpio y en buen estado. El tiempo de filtrado diario dependerá del tamaño de la piscina y de la temperatura del agua, pero como regla general se recomienda entre 6 y 8 horas. Una depuradora eficiente es sinónimo de agua cristalina y duradera.

Más allá de lo básico:

Además de estos pasos esenciales, existen otras recomendaciones que pueden ayudarte a mantener tu piscina impecable:

• Controlar la proliferación de algas: utiliza algicidas preventivamente para evitar su aparición, especialmente en épocas de calor.
• Cepillar las paredes y el suelo: esto ayuda a desprender las algas y la suciedad adherida, facilitando su eliminación por la depuradora.
• Cubrir la piscina cuando no se utiliza: esto evita la entrada de hojas, insectos y otros residuos, además de reducir la evaporación del agua y la necesidad de productos químicos.

Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de una piscina con agua cristalina, un verdadero oasis en tu jardín, listo para ofrecerte momentos de relax y diversión.