¿Cómo queda por dentro después de una histerectomía total?

Recuperación interna tras una histerectomía total

Una histerectomía total es un procedimiento quirúrgico que implica la extirpación del útero. Este procedimiento puede tener un impacto interno significativo en el cuerpo, que afecta a la vagina, el cuello uterino y los ligamentos circundantes.

Cambios en la vagina

Tras una histerectomía total, la vagina pierde su soporte uterino, lo que provoca su acortamiento. El extremo superior de la vagina se cierra y se fija a los ligamentos adyacentes, que se han seccionado previamente. Esta fijación garantiza la estabilidad y funcionalidad de la vagina.

Ausencia del cuello uterino

El cuello uterino, un pequeño órgano que conecta el útero con la vagina, se extirpa durante una histerectomía total. Esto crea un extremo ciego en la parte superior de la vagina, donde antes se encontraba el cuello uterino.

Modificaciones en los ligamentos

Los ligamentos que sostienen el útero también se ven afectados por una histerectomía total. Estos ligamentos se seccionan durante la cirugía para permitir el acceso al útero. Después de la histerectomía, estos ligamentos se reconfiguran para proporcionar soporte a la vagina.

Cambios en la forma y el tamaño de los órganos pélvicos

La extirpación del útero provoca un desplazamiento de los órganos pélvicos. La vejiga y el recto pueden descender ligeramente, mientras que los ovarios pueden moverse hacia adelante. Estos cambios generalmente no causan síntomas significativos.

Tiempo de recuperación

El tiempo de recuperación después de una histerectomía total varía de una mujer a otra. La mayoría de las mujeres experimentan algo de dolor e incomodidad durante las primeras semanas, pero el dolor generalmente disminuye gradualmente. La recuperación completa puede llevar varios meses, pero muchas mujeres pueden reanudar sus actividades habituales en unas pocas semanas.