¿Cómo saber si es un infarto o paro cardíaco?

Diferenciando un Infarto de un Paro Cardíaco: Una Cuestión de Vida o Muerte

La confusión entre un infarto agudo de miocardio (infarto) y un paro cardíaco es frecuente, y comprensible, dado que ambos son eventos cardíacos graves que pueden resultar fatales. Sin embargo, son condiciones distintas con manifestaciones clínicas diferentes, y reconocer estas diferencias es crucial para actuar con rapidez y eficacia. La velocidad de la respuesta ante cualquiera de estas situaciones es fundamental para la supervivencia.

Un infarto ocurre cuando se obstruye el flujo sanguíneo a una parte del corazón, generalmente por un coágulo de sangre que bloquea una arteria coronaria. Esto provoca la muerte del tejido cardíaco afectado. Sus síntomas suelen desarrollarse gradualmente, aunque la intensidad puede variar considerablemente de una persona a otra. Es importante destacar que no todos los infartos presentan el típico dolor de pecho en apretón.

Los síntomas de un infarto pueden incluir:

• Dolor opresivo en el pecho: Este dolor suele describirse como una presión, opresión o constricción intensa en el pecho, que puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, la mandíbula, la espalda o el cuello. Sin embargo, algunas personas, especialmente las mujeres, pueden experimentar un dolor menos intenso o incluso síntomas atípicos, como fatiga extrema, náuseas o dolor de espalda.

• Dificultad para respirar (disnea): La falta de oxígeno en el corazón afecta la capacidad del cuerpo para respirar normalmente, causando dificultad para respirar, incluso en reposo.

• Sudor frío: La piel se siente húmeda y fría al tacto, a menudo acompañada de una sensación de debilidad generalizada.

• Náuseas o vómitos: Estos síntomas son comunes en los infartos, especialmente en mujeres.

Por otro lado, un paro cardíaco es un evento súbito y catastrófico. Se produce cuando el corazón deja de latir repentinamente, interrumpiendo el flujo sanguíneo al cerebro y al resto del cuerpo. Es una emergencia médica que requiere atención inmediata.

Los síntomas de un paro cardíaco son dramáticamente diferentes a los del infarto y se manifiestan abruptamente:

• Pérdida repentina de conciencia: La persona se desmaya sin previo aviso.

• Ausencia de respiración: La respiración se detiene completamente o se vuelve irregular y superficial.

• Ausencia de pulso: No se detecta latido cardíaco al palpar el pulso carotídeo (en el cuello) o radial (en la muñeca).

En resumen, mientras que un infarto se caracteriza por un desarrollo gradual de síntomas, como dolor torácico, dificultad respiratoria y sudoración, un paro cardíaco es un evento repentino y devastador que resulta en la pérdida inmediata de la conciencia, ausencia de respiración y pulso. Ante la sospecha de cualquiera de estas dos situaciones, es imperativo llamar al servicio de emergencias médicas (112 en España) inmediatamente. No intentes autodiagnosticar ni retrasar la búsqueda de ayuda profesional. La pronta atención médica es crucial para mejorar las posibilidades de supervivencia y minimizar las secuelas en caso de infarto, y para la reanimación cardiopulmonar (RCP) en caso de paro cardíaco. Recuerda que la rapidez en la respuesta es fundamental para salvar vidas.