¿Cómo saber si está en fase agónica?

Cómo identificar la fase agónica: signos del final de la vida

La fase agónica es la etapa final de la vida, marcada por una serie de cambios fisiológicos y síntomas que indican el inminente fallecimiento. Comprender estos signos puede proporcionar tranquilidad tanto a la persona que está muriendo como a sus seres queridos, permitiendo una preparación emocional y práctica.

Síntomas físicos:

• Pérdida de apetito: El cuerpo disminuye su necesidad de alimento, lo que lleva a una ingesta reducida o nula.
• Dificultad para tragar: Los músculos de la garganta se debilitan, dificultando el paso de líquidos y alimentos.
• Sequedad bucal: Las glándulas salivales producen menos saliva, lo que provoca una sensación de sequedad e incomodidad.
• Dolor: Si bien el dolor puede ser una experiencia subjetiva, el deterioro físico puede provocar malestar o dolor.
• Falta de aire: La respiración se vuelve más superficial y jadeante, a medida que los pulmones se debilitan y el cuerpo lucha por obtener oxígeno.
• Retención urinaria: La vejiga se vuelve menos capaz de vaciarse, lo que lleva a la acumulación de orina.

Síntomas cognitivos y emocionales:

• Agitación: La persona puede experimentar períodos de inquietud o agitación, a menudo debido a la incomodidad física o al delirio.
• Delirio: Un estado de confusión y desorientación que puede manifestarse en alucinaciones o ideas delirantes.

Otros signos:

• Cambios en el color de la piel y la temperatura: La piel puede volverse pálida, moteada o azulada, y la temperatura corporal puede disminuir.
• Distensión abdominal: El tracto digestivo se vuelve menos activo, lo que lleva a la acumulación de gases y a una distensión del abdomen.
• Disminución del volumen de orina: Los riñones producen menos orina a medida que el cuerpo se apaga.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar en severidad y duración de una persona a otra. La presencia de múltiples síntomas durante un período prolongado puede indicar que la persona está entrando en la fase agónica. La observación atenta y la comunicación compasiva con la persona que está muriendo y su familia son esenciales durante este momento difícil.