¿Cómo saber si los lunares son buenos o malos?

Cómo distinguir entre lunares benignos y malignos

Los lunares, también conocidos como nevos melanocíticos, son crecimientos pigmentarios comunes en la piel. La mayoría de los lunares son benignos (no cancerosos), pero algunos pueden transformarse en melanoma, un tipo de cáncer de piel potencialmente mortal. Por lo tanto, es crucial saber identificar las características de los lunares benignos y malignos.

Características de los lunares benignos:

• Color: Los lunares benignos suelen ser de color marrón claro u oscuro, negro, rosado o tostado.
• Tamaño: Los lunares benignos varían en tamaño, pero generalmente tienen menos de 6 milímetros (1/4 de pulgada) de diámetro.
• Forma: Los lunares benignos suelen ser simétricos, lo que significa que tienen una forma regular y bordes claramente definidos.
• Vello: Los lunares benignos pueden tener o no vello.
• Superficie: La superficie de los lunares benignos suele ser lisa o ligeramente elevada.

Características de los lunares malignos:

• Cambios en el color: Los melanomas pueden cambiar de color, volviéndose más oscuros o desarrollándose manchas de diferentes tonos.
• Aumento de tamaño: Los melanomas suelen crecer rápidamente, aumentando de tamaño en semanas o meses.
• Forma irregular: Los melanomas tienen bordes irregulares, con muescas o sangrías.
• Sangrado o supuración: Los melanomas pueden sangrar o supurar sin ningún motivo aparente.
• Picazón o dolor: Los melanomas pueden causar picazón, dolor o sensibilidad.
• Inflamación: La piel alrededor del melanoma puede inflamarse o enrojecerse.

Cuándo consultar a un médico:

Es esencial consultar con un médico si nota algún cambio en un lunar, como:

• Cambios en el color, tamaño, forma o textura
• Picazón, dolor o sangrado
• Inflamación o enrojecimiento de la piel alrededor del lunar

Un médico puede examinar el lunar y realizar una biopsia (extraer una pequeña muestra de tejido) para determinar si es maligno. El diagnóstico precoz es crucial para tratar los melanomas de manera efectiva y mejorar las posibilidades de supervivencia.

Conclusión:

Aunque la mayoría de los lunares son benignos, es importante estar atento a los cambios en su apariencia. Al conocer las características de los lunares benignos y malignos, puede detectar cualquier anomalía potencial y buscar atención médica cuando sea necesario. Recordar la regla “ABCD” (asimetría, bordes, color y diámetro) puede ayudar a identificar los lunares preocupantes.