¿Cómo saber si tu hijo tiene problemas de conducta?

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Detectar problemas de conducta en niños implica observar patrones como infringir normas sin motivo, agresión física o verbal hacia otros (incluyendo animales), absentismo escolar recurrente desde temprana edad y posible abuso de sustancias como alcohol o drogas. Estos indicadores sugieren la necesidad de una evaluación profesional.

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¿Cómo saber si tu hijo tiene problemas de conducta? Más allá de las “travesuras” infantiles.

Todos los niños se portan mal alguna vez. Rompen las reglas, tienen rabietas y desafían a la autoridad. Es parte de su desarrollo y aprendizaje. Sin embargo, existe una diferencia importante entre las travesuras típicas de la infancia y los verdaderos problemas de conducta. Identificar esta diferencia es crucial para poder brindarles el apoyo que necesitan. Este artículo busca orientarte sobre algunos indicadores que pueden sugerir la presencia de un problema de conducta que requiere atención.

Más allá de las rabietas ocasionales y las típicas rebeldías propias de la edad, debemos prestar atención a la frecuencia, intensidad y persistencia de ciertos comportamientos. La clave está en observar patrones, no incidentes aislados.

¿Qué señales debemos buscar?

  • Infracción constante de normas sin un motivo aparente: Si tu hijo rompe las reglas repetidamente, incluso después de haberle explicado las consecuencias y a pesar de haber establecido límites claros, puede ser una señal de alerta. No se trata de un simple acto de desobediencia ocasional, sino de una tendencia a desafiar la autoridad y las normas establecidas de forma sistemática, incluso en situaciones donde no hay un beneficio claro para él.

  • Agresividad persistente hacia otros, incluyendo animales: La agresividad física o verbal (insultos, amenazas, intimidación) dirigida a compañeros, familiares, profesores o incluso animales, especialmente si se repite con frecuencia, es una señal preocupante. Presta atención a la intensidad de estas agresiones y si parece disfrutar causándole daño a otros.

  • Absentismo escolar recurrente desde temprana edad: Faltar a la escuela repetidamente, especialmente en edades tempranas, puede ser un síntoma de un problema subyacente. Si tu hijo inventa excusas constantemente para no ir al colegio, o muestra una gran resistencia a asistir, es importante investigar las causas.

  • Experimentar con o abusar de sustancias como alcohol o drogas: Si sospechas que tu hijo está consumiendo alcohol o drogas, por mínima que sea la cantidad, es fundamental actuar de inmediato. Este comportamiento, especialmente en la adolescencia, puede estar relacionado con otros problemas de conducta o emocionales y requiere atención profesional.

  • Cambios bruscos en el comportamiento: Un cambio repentino en el comportamiento de tu hijo, como irritabilidad extrema, aislamiento social, problemas de sueño o cambios en el apetito, puede ser un indicador de que algo no va bien.

Si observas varios de estos patrones en tu hijo, es importante buscar ayuda profesional. Un psicólogo o psiquiatra infantil puede realizar una evaluación completa para determinar si existe un problema de conducta y recomendar el tratamiento más adecuado. Recuerda que la detección temprana es crucial para ayudar a tu hijo a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y prevenir problemas más serios en el futuro. No dudes en buscar apoyo. El bienestar de tu hijo es lo más importante.