¿Cómo se llama cuando vez los colores de otro color?

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La percepción alterada de los colores, como ocurre en el daltonismo, implica una visión distinta a la considerada normal. Esta condición afecta la forma en que se interpretan las longitudes de onda de la luz, resultando en una experiencia cromática individual.

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La Sinestesia Cromática: Cuando los Colores Suenan y los Sonidos Pintan

La pregunta “¿Cómo se llama cuando ves los colores de otro color?” no se responde simplemente con un diagnóstico clínico como el daltonismo. Si bien el daltonismo altera la percepción del color, la experiencia descrita sugiere un fenómeno mucho más fascinante y complejo: la sinestesia cromática.

A diferencia del daltonismo, que es un defecto en la visión del color, la sinestesia cromática es una condición neurológica donde la estimulación de un sentido induce automáticamente una experiencia en otro. En este caso específico, la estimulación auditiva (palabras, sonidos musicales, etc.) provoca la percepción de colores vívidos e involuntarios. No se trata de una simple asociación aprendida, sino de una experiencia sensorial genuina e intrínsecamente ligada.

Una persona con sinestesia cromática podría, por ejemplo, “ver” el color rojo al escuchar la letra “A”, o percibir tonos azules al oír una determinada pieza musical de Bach. Para ellos, las letras, los números, los días de la semana, incluso los conceptos abstractos, poseen un color inherente e inmutable. Este “color” no es una imagen mental que se proyecta; es una experiencia sensorial tan real como ver una manzana roja.

La variabilidad de la sinestesia cromática es asombrosa. No existen dos personas que experimenten los mismos colores para los mismos estímulos. Lo que para una persona podría ser una “A” roja, para otra podría ser una “A” verde. Esto subraya la individualidad de la experiencia sinestésica y la complejidad de las conexiones neuronales que la subyacen.

Si bien no se conoce completamente la causa de la sinestesia cromática, se cree que está relacionada con una hiperconectividad entre las áreas del cerebro responsables del procesamiento sensorial. Estudios de neuroimagen han mostrado una mayor actividad en ciertas áreas cerebrales en personas sinestésicas cuando se les presenta el estímulo inductor.

A diferencia del daltonismo, la sinestesia cromática no se considera un trastorno, sino una variación neurológica que, en muchos casos, enriquece la experiencia perceptiva del individuo. Si bien puede ser difícil de comprender para quienes no la experimentan, la sinestesia cromática nos ofrece una fascinante ventana a la plasticidad y la complejidad del cerebro humano, recordándonos que la realidad sensorial es una construcción individual y subjetiva. Su estudio continúa brindando valiosas perspectivas sobre la naturaleza de la conciencia y la percepción.