¿Cómo se llama el trastorno de irritabilidad?

La Irritabilidad Crónica: Más allá de un Mal Genio: El Trastorno de Desregulación Disruptiva del Estado de Ánimo (TDDEA)

La irritabilidad en niños y adolescentes es una experiencia común, fluctuante y a menudo transitoria ligada a diferentes etapas del desarrollo, cambios hormonales o situaciones estresantes. Sin embargo, cuando esta irritabilidad se convierte en una constante, interfiriendo significativamente en la vida familiar, escolar y social del joven, podemos estar ante un problema más complejo: el Trastorno de Desregulación Disruptiva del Estado de Ánimo (TDDEA).

El TDDEA no se trata simplemente de “mal genio” o de rabietas ocasionales. Es un trastorno del estado de ánimo diagnosticable, caracterizado por una irritabilidad crónica, severa y persistente, presente la mayor parte del día, casi todos los días. Esta irritabilidad se manifiesta de dos formas principales:

• Estado de ánimo irritable y enojado: El niño o adolescente se encuentra constantemente de mal humor, susceptible, frustrado y con una actitud negativa generalizada.
• Rabietas y explosiones de ira desproporcionadas: Las reacciones de ira son frecuentes, intensas y desproporcionadas en relación con la situación que las desencadena. Pueden manifestarse como gritos, agresiones verbales o incluso físicas, dirigidas hacia objetos, personas o incluso hacia sí mismos.

Es importante diferenciar el TDDEA de otras condiciones como el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD) y el Trastorno Bipolar. Si bien pueden presentar síntomas similares, el TDDEA se distingue por la persistencia y severidad de la irritabilidad, que es el síntoma central. Además, las explosiones de ira en el TDDEA son desproporcionadas a la situación y ocurren con mayor frecuencia que en otros trastornos.

El diagnóstico del TDDEA requiere una evaluación exhaustiva realizada por un profesional de la salud mental. Se considerarán factores como la frecuencia, intensidad y duración de los síntomas, así como el impacto en diferentes áreas de la vida del niño o adolescente.

El tratamiento del TDDEA suele involucrar una combinación de terapia, principalmente la terapia cognitivo-conductual (TCC), para ayudar al niño a manejar sus emociones y desarrollar estrategias de afrontamiento más adaptativas. En algunos casos, también se puede considerar la medicación, siempre bajo la supervisión de un médico especialista.

La detección temprana y el tratamiento adecuado del TDDEA son fundamentales para mejorar la calidad de vida del niño o adolescente y prevenir futuras complicaciones, como problemas de relación, dificultades académicas y trastornos del estado de ánimo en la edad adulta. Si sospecha que su hijo podría estar experimentando TDDEA, es crucial buscar ayuda profesional para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento individualizado. No se trata simplemente de “dejar que se le pase”, sino de brindarles las herramientas necesarias para gestionar sus emociones y construir una vida plena y saludable.