¿Cómo se llama la enfermedad cara de luna?

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El síndrome de Cushing se manifiesta con una apariencia facial redonda y abultada, conocida como cara de luna llena. Además, provoca acumulación de grasa en el tronco, adelgazamiento de las extremidades, hipertensión, problemas de azúcar en sangre, debilitamiento de los huesos y mayor propensión a moretones.

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La Cara de Luna: Un Síntoma Revelador del Síndrome de Cushing

La imagen de una persona con la cara redonda y abultada, similar a la de una luna llena, es impactante. Esta característica facial, popularmente conocida como “cara de luna”, es un síntoma distintivo, aunque no exclusivo, del síndrome de Cushing. Si bien la apariencia puede ser llamativa, es crucial entender que se trata de una manifestación de un trastorno hormonal subyacente que requiere atención médica inmediata.

El síndrome de Cushing surge de una exposición prolongada a niveles elevados de cortisol, una hormona producida por las glándulas suprarrenales. Esta sobreexposición puede tener diversas causas, incluyendo tumores en las glándulas suprarrenales o en la hipófisis, el uso prolongado de corticosteroides (medicamentos como la prednisona) o ciertas enfermedades raras.

La “cara de luna” es apenas la punta del iceberg. Este síntoma facial, caracterizado por la plenitud de las mejillas y la redondez del rostro, suele ir acompañado de otros signos y síntomas preocupantes. Entre ellos destacan:

  • Obesidad central: Acumulación de grasa en la parte superior del cuerpo, especialmente en el abdomen y el tronco, contrastando con la delgadez relativa de las extremidades. Esto crea una apariencia característica de “tronco de búfalo”.

  • Hipertensión arterial: El exceso de cortisol afecta la regulación de la presión sanguínea, llevando a hipertensión que, si no se controla, puede derivar en complicaciones cardiovasculares.

  • Alteraciones en el metabolismo de la glucosa: El síndrome de Cushing aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.

  • Osteoporosis: El cortisol debilita los huesos, aumentando la fragilidad ósea y el riesgo de fracturas.

  • Púrpura: Mayor facilidad para formar moretones debido a la debilidad de los vasos sanguíneos.

  • Estrías rojas o violáceas: Aparición de estrías rojizas o purpúreas en la piel del abdomen, muslos y brazos, debido al estiramiento de la piel por la acumulación de grasa.

  • Debilidad muscular: Sensación de debilidad y fatiga generalizada.

  • Cambios en el ciclo menstrual: En mujeres, puede haber irregularidades menstruales o amenorrea (ausencia de menstruación).

Es fundamental recalcar que la “cara de luna” por sí sola no es diagnóstica del síndrome de Cushing. Otros trastornos pueden causar una apariencia facial similar. Sin embargo, si se presenta junto a otros síntomas mencionados, es crucial consultar a un médico para una evaluación completa. El diagnóstico implica pruebas de laboratorio para medir los niveles de cortisol en sangre y orina, así como estudios de imagen para identificar la causa subyacente.

El tratamiento del síndrome de Cushing depende de la causa subyacente. Puede incluir cirugía para extirpar tumores, medicamentos para controlar la producción de cortisol o radioterapia. Un diagnóstico y tratamiento oportunos son esenciales para prevenir complicaciones a largo plazo y mejorar la calidad de vida del paciente. No ignore los signos de alarma; busque atención médica si sospecha que podría estar padeciendo este síndrome.