¿Cómo se ven las uñas con enfermedad renal?

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En la enfermedad renal crónica, las uñas pueden presentar un blanqueamiento pronunciado, conocido como uñas de Terry. Aunque la parte más cercana a la cutícula se torna blanca, una banda rosada persiste en la punta de la uña. Este cambio también puede asociarse a otras condiciones médicas como insuficiencia hepática o cardíaca y diabetes.

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Las uñas, a menudo pasadas por alto, pueden ser una ventana al estado de salud general, incluyendo la función renal. Si bien no son una herramienta diagnóstica definitiva, ciertos cambios en las uñas pueden sugerir la presencia de enfermedad renal crónica (ERC) y justifican una consulta médica. Más allá de las conocidas “uñas de Terry”, existen otras manifestaciones ungueales que pueden aparecer en pacientes con ERC.

Uñas de Terry: Este cambio, caracterizado por una banda blanca opaca que cubre la mayor parte de la uña, dejando solo una estrecha franja rosada o marrón en la punta, es quizás el signo ungueal más asociado a la ERC. La palidez se debe a una disminución de la vascularización y un aumento del tejido conectivo debajo de la uña. Aunque sugestivo, no es exclusivo de la ERC, pudiendo manifestarse también en insuficiencia cardíaca, diabetes, desnutrición e incluso en el envejecimiento normal.

Uñas mitad y mitad (Lindsay’s nails): Presentan una división horizontal, con la mitad proximal blanca y la distal marrón o rojiza. Esta particular coloración se atribuye a un aumento de melanina en la porción distal. Si bien menos común que las uñas de Terry, su aparición en pacientes con ERC puede estar relacionada con la acumulación de pigmentos y alteraciones metabólicas.

Onicólisis: Se refiere al desprendimiento de la placa ungueal del lecho ungueal, comenzando usualmente en la punta y extendiéndose hacia la base. En el contexto de la ERC, la onicólisis puede ser consecuencia de alteraciones en la microcirculación, déficit nutricional y trastornos en el metabolismo del calcio y el fósforo.

Hiperqueratosis subungueal: Este engrosamiento de la piel debajo de la uña puede manifestarse como una acumulación de material amarillento o blanquecino, volviendo las uñas frágiles y quebradizas. En pacientes con ERC, la hiperqueratosis subungueal puede estar relacionada con alteraciones en el metabolismo del calcio y la diálisis.

Leuconiquia: La aparición de pequeñas manchas blancas en las uñas, generalmente causadas por microtraumatismos, puede ser más frecuente en pacientes con ERC debido a la fragilidad ungueal y las alteraciones en el metabolismo del calcio.

Líneas de Mees: Bandas transversales blancas que atraviesan la uña de lado a lado, pueden aparecer en pacientes con ERC sometidos a diálisis, posiblemente relacionadas con la fluctuación de los niveles de minerales y toxinas en la sangre.

Es importante destacar que estos cambios en las uñas no son diagnósticos por sí solos. Su presencia debe interpretarse en el contexto clínico del paciente y requiere una evaluación médica completa para determinar la causa subyacente. No se debe autodiagnosticar una enfermedad renal basándose únicamente en la apariencia de las uñas. Si observa algún cambio inusual en sus uñas, consulte a un profesional de la salud. Él podrá determinar la causa y recomendar el tratamiento adecuado.