¿Cómo subir la tasa de filtración glomerular?

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Para elevar la tasa de filtración glomerular, es fundamental controlar la presión arterial, idealmente por debajo de 120/80 mmHg. Una dieta equilibrada, baja en sodio y grasas saturadas, junto con un control estricto de la glucemia si padece diabetes, son cruciales para la salud renal.

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Mejorando la Tasa de Filtración Glomerular: Un Enfoque Integral

La tasa de filtración glomerular (TFG) es un indicador clave de la salud renal. Refleja la eficiencia con la que los riñones filtran los desechos y el exceso de líquido de la sangre. Una TFG baja puede ser señal de enfermedad renal crónica y requiere atención médica. Si bien no existe una fórmula mágica para “subir” la TFG, existen estrategias que, combinadas con la supervisión de un profesional de la salud, pueden contribuir a mejorar la función renal y, potencialmente, influir positivamente en la TFG. No se trata de un aumento inmediato o drástico, sino de un enfoque holístico para optimizar la salud renal a largo plazo.

El control de la presión arterial es fundamental. Mantenerla en niveles óptimos, idealmente por debajo de 120/80 mmHg, reduce la presión sobre los glomérulos, las unidades de filtración en los riñones. Esto se puede lograr mediante la adopción de un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular, manejo del estrés y, si es necesario, medicación antihipertensiva prescrita por un médico.

La alimentación juega un papel crucial. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y proteínas magras, contribuye a la salud renal en general. Limitar el consumo de sodio es esencial, ya que el exceso de sodio retiene líquidos y aumenta la presión arterial, impactando negativamente la TFG. Reducir la ingesta de grasas saturadas también es beneficioso, ya que estas pueden contribuir a la enfermedad cardiovascular, que a su vez afecta la salud renal.

Para las personas con diabetes, el control meticuloso de la glucemia es primordial. Los niveles elevados de glucosa en sangre dañan los glomérulos con el tiempo, disminuyendo la TFG. Seguir un plan de tratamiento integral para la diabetes, que incluya medicación, dieta y ejercicio, es esencial para proteger la función renal.

Además de estas medidas, es importante mantenerse hidratado bebiendo suficiente agua, evitar el consumo excesivo de alcohol y abstenerse de fumar. El tabaco daña los vasos sanguíneos, incluyendo los de los riñones, afectando su capacidad de filtración.

Es fundamental recordar que este artículo no sustituye la consulta médica. Si le preocupa su TFG, debe consultar a un nefrólogo u otro profesional de la salud. Ellos pueden evaluar su situación individual, realizar las pruebas necesarias y recomendar el tratamiento más adecuado. La automedicación puede ser perjudicial y nunca debe reemplazar la atención médica profesional. El enfoque integral, combinando un estilo de vida saludable con la supervisión médica, es la clave para optimizar la salud renal y, potencialmente, mejorar la TFG a largo plazo.