¿Cuál es el KPS de PbCrO4?

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El cromato de plomo (PbCrO4) presenta un producto de solubilidad (Kps) de 2 x 10⁻¹⁴. Aunque superior al Kps del hidróxido de cobre (II), su solubilidad molar es ligeramente inferior, demostrando la influencia de la estequiometría en la relación entre Kps y solubilidad.

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El cromato de plomo, un pigmento amarillo vibrante conocido como amarillo cromo, presenta una solubilidad extremadamente baja en agua. Esta insolubilidad se cuantifica mediante su producto de solubilidad (Kps), un valor que, para el PbCrO₄, se establece alrededor de 2 x 10⁻¹⁴ a temperatura ambiente. Esta cifra, aunque aparentemente pequeña, revela la delicada danza de equilibrio entre los iones plomo (Pb²⁺) y cromato (CrO₄²⁻) en solución saturada.

Si bien un Kps de 2 x 10⁻¹⁴ podría parecer superior al de otros compuestos, como el hidróxido de cobre (II) (Cu(OH)₂) que ronda los 10⁻¹⁹, la comparación directa de los Kps puede ser engañosa. La solubilidad molar, es decir, la concentración de la sustancia disuelta en una solución saturada, no se relaciona directamente con el Kps, sino que se ve influenciada por la estequiometría de la disolución.

En el caso del PbCrO₄, la disociación produce un ion plomo y un ion cromato por cada molécula de cromato de plomo que se disuelve:

PbCrO₄(s) ⇌ Pb²⁺(aq) + CrO₄²⁻(aq)

Por lo tanto, la solubilidad molar (S) se calcula como la raíz cuadrada del Kps: S = √(Kps) ≈ 1.4 x 10⁻⁷ M.

En contraste, el hidróxido de cobre (II) se disocia según la siguiente ecuación:

Cu(OH)₂(s) ⇌ Cu²⁺(aq) + 2OH⁻(aq)

En este caso, la relación entre el Kps y la solubilidad molar es Kps = 4S³, lo que resulta en una solubilidad molar ligeramente superior a la del PbCrO₄, a pesar de tener un Kps considerablemente menor. Esto ilustra la importancia de considerar la estequiometría al comparar las solubilidades de diferentes compuestos, y cómo una simple comparación de los valores de Kps puede llevar a conclusiones erróneas.

La baja solubilidad del PbCrO₄ tiene implicaciones prácticas significativas. Su uso como pigmento, por ejemplo, se basa en su resistencia a la disolución, lo que garantiza la permanencia del color. Además, su baja solubilidad es un factor clave en su toxicidad, ya que la limitada liberación de iones plomo reduce su biodisponibilidad y, por consiguiente, su absorción en el organismo. Sin embargo, es crucial manejar este compuesto con precaución, ya que la exposición prolongada, incluso a bajas concentraciones, puede tener efectos adversos para la salud.