¿Cuál es el mes de celo de los gatos?

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Agosto, conocido como el mes de los gatos, se debe al incremento de horas de luz solar. Este aumento lumínico estimula el sistema reproductivo de las gatas, activando la producción hormonal y desencadenando el celo. Por lo tanto, es común observar mayor actividad sexual en las hembras felinas durante este mes.

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El Misterio del “Agosto Felino”: ¿Por qué los gatos se vuelven más activos en este mes?

Agosto, a menudo asociado con el calor estival y las vacaciones, se ha ganado el sobrenombre, aunque informal, de “mes de los gatos”. Pero, ¿a qué se debe esta particular asociación? Más allá de la simple observación anecdótica, la realidad es que existe una base científica que explica el aumento de la actividad reproductiva felina durante este período del año, especialmente en las gatas.

La clave reside en la fotoperiodicidad, es decir, la influencia de la duración de la luz solar sobre los procesos biológicos. A lo largo del año, la cantidad de horas de luz solar varía, y este cambio lumínico actúa como un potente reloj biológico para muchas especies, incluyendo los gatos.

En el caso de las gatas, el aumento progresivo de las horas de luz solar durante la primavera y el verano, culminando en los largos días de agosto, estimula la glándula pineal. Esta glándula, ubicada en el cerebro, es sensible a la luz y regula la producción de melatonina, una hormona clave en el ciclo sueño-vigilia. Sin embargo, la influencia de la luz solar sobre la glándula pineal no se limita al ritmo circadiano; también afecta a la producción de otras hormonas, incluyendo las responsables del ciclo reproductivo.

El incremento de las horas de luz en agosto desencadena una cascada hormonal en las gatas. La reducción en la producción de melatonina, combinada con la estimulación de otras hormonas, activa el sistema reproductivo. Esto se traduce en un aumento significativo en la frecuencia y la intensidad del celo, o estro, en las hembras felinas. Las gatas en celo exhiben comportamientos característicos, como maullidos más fuertes y frecuentes, un comportamiento más cariñoso o, por el contrario, más agresivo, restriegue contra objetos y personas, y una postura receptiva a la monta.

Es importante destacar que aunque agosto es un mes donde se observa un pico en la actividad sexual de las gatas, el celo felino no se limita exclusivamente a este mes. La duración y la frecuencia del celo pueden variar dependiendo de factores individuales como la raza, la edad, el estado de salud y el entorno. Sin embargo, la influencia de la luz solar sobre la fisiología reproductiva explica la mayor concentración de celos durante los meses de verano, particularmente agosto. Por lo tanto, el “agosto felino” no es una simple leyenda, sino una manifestación de la intrincada relación entre la luz solar y la biología reproductiva de estos animales.