¿Cuáles son las bacterias buenas del estómago?

Las bacterias buenas del estómago

El estómago es un órgano esencial del sistema digestivo que se encarga de descomponer los alimentos y prepararlos para su absorción en el intestino delgado. Si bien el estómago suele asociarse con un ambiente ácido y hostil para las bacterias, alberga una población única de bacterias beneficiosas conocidas como lactobacilos.

Lactobacilos: los guardianes bacterianos del estómago

Los lactobacilos son bacterias ácido-lácticas que prosperan en ambientes ácidos. En el estómago, donde el pH puede descender hasta 1,5, los lactobacilos son uno de los pocos tipos de bacterias que pueden sobrevivir y multiplicarse. Desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud gastrointestinal mediante:

• Producción de ácido láctico: Los lactobacilos fermentan los azúcares de los alimentos, produciendo ácido láctico como subproducto. Este ácido láctico disminuye aún más el pH del estómago, creando un ambiente desfavorable para las bacterias dañinas.
• Inhibición del crecimiento bacteriano: Los lactobacilos producen antimicrobianos, como bacteriocinas y peróxido de hidrógeno, que inhiben el crecimiento de bacterias patógenas. Esto ayuda a prevenir infecciones y mantiene la microflora intestinal saludable.
• Estimulación del sistema inmunológico: Los lactobacilos interactúan con las células inmunitarias del estómago, estimulando la producción de anticuerpos y otras moléculas defensivas. Esto fortalece la respuesta inmunitaria del organismo frente a las infecciones.

La acidez estomacal como defensa bacteriana

La fuerte acidez del estómago, aunque es un impedimento para la mayoría de las bacterias, juega un papel vital en la protección de la población de lactobacilos. El ácido gástrico actúa como una barrera protectora, eliminando las bacterias dañinas que se ingieren con los alimentos y reduciendo el riesgo de infecciones intestinales.

Conclusión

Los lactobacilos son bacterias buenas que residen en el estómago y desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de la salud gastrointestinal. Su capacidad para soportar la acidez estomacal y producir sustancias antimicrobianas ayuda a controlar el crecimiento de bacterias dañinas, prevenir infecciones y estimular el sistema inmunológico. Comprender el papel de estas bacterias beneficiosas es crucial para promover una salud digestiva óptima.