¿Cuando el flujo es malo en el embarazo?

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Es fundamental consultar a tu médico si el flujo vaginal cambia de color, textura o presenta un olor desagradable, ya que podría indicar una infección. También es importante comunicarle cualquier molestia al orinar, como picazón o dolor.
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El Flujo Vaginal en el Embarazo: ¿Cuándo Preocuparnos?

El embarazo es un periodo de grandes cambios en el cuerpo de la mujer, y uno de ellos es la alteración del flujo vaginal. Si bien un aumento en la cantidad y una ligera variación en la consistencia son normales durante la gestación, es crucial saber cuándo un cambio en el flujo vaginal requiere atención médica. Ignorar señales de alarma puede comprometer la salud materna y fetal.

Durante el embarazo, las hormonas fluctúan considerablemente, causando un aumento en la producción de flujo vaginal. Este flujo normal suele ser transparente, blanco lechoso o ligeramente amarillento, con una consistencia acuosa o cremosa. Puede ser más abundante en algunos momentos del día o del ciclo, y generalmente no presenta olor desagradable. Es importante distinguir este flujo normal de aquellos que pueden indicar problemas subyacentes.

¿Cuándo debo preocuparme por mi flujo vaginal durante el embarazo?

Debemos prestar atención y consultar a nuestro médico inmediatamente si observamos alguno de los siguientes cambios:

  • Cambio de color: Un flujo vaginal verdoso, grisáceo, amarillento intenso o con manchas de sangre, puede indicar una infección, como vaginosis bacteriana, tricomoniasis o candidiasis. Estas infecciones, si no se tratan, pueden provocar complicaciones en el embarazo, como parto prematuro o bajo peso al nacer.

  • Cambio de textura: Un flujo espeso, grumoso o con apariencia de requesón puede ser indicativo de una infección por hongos (candidiasis). También, un flujo acuoso y abundante puede ser síntoma de una infección bacteriana.

  • Olor desagradable: Un olor fétido, a pescado o rancio, es una señal de alerta importante que, casi siempre, indica la presencia de una infección. No debe subestimarse.

  • Sensación de ardor o picazón: La irritación vaginal, acompañada de picazón, ardor o dolor, puede indicar una infección o irritación.

  • Dolor o molestia al orinar: La disuria (dolor al orinar) y la urgencia miccional (necesidad frecuente de orinar) pueden ser señales de una infección urinaria, complicación común durante el embarazo y que requiere tratamiento inmediato.

  • Sangrado vaginal: Cualquier sangrado vaginal durante el embarazo debe ser evaluado por un médico de forma inmediata, independientemente del flujo.

La importancia de la comunicación con tu médico:

No dudes en comunicarle a tu médico cualquier cambio en tu flujo vaginal, incluso si te parece insignificante. Un diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno son fundamentales para prevenir complicaciones durante el embarazo y garantizar la salud tanto de la madre como del bebé. No automediques, ya que algunos tratamientos pueden ser perjudiciales durante la gestación.

Recuerda: la atención médica preventiva es clave para un embarazo saludable. Ante cualquier duda, consulta siempre a tu médico o matrona.