¿Cuándo es peligrosa una ampolla?

Ampolla infectada: atención médica inmediata

Las ampollas son bolsas llenas de líquido que se forman en la piel como respuesta a lesiones, quemaduras o irritaciones menores. Si bien la mayoría de las ampollas sanan por sí solas, algunas pueden infectarse y requerir atención médica inmediata.

Signos de una ampolla infectada

Una ampolla infectada se caracteriza por los siguientes síntomas:

• Enrojecimiento extendido: El área alrededor de la ampolla se enrojece y se inflama, extendiéndose más allá de los bordes de la propia ampolla.
• Dolor creciente: La ampolla se vuelve sensible y dolorosa al tacto. El dolor puede aumentar gradualmente o ser repentino e intenso.
• Pus: La ampolla se llena de líquido amarillo o verdoso (pus), que indica una infección bacteriana.
• Calor excesivo: La zona afectada se siente caliente al tacto, lo que indica inflamación.

¿Por qué es peligrosa una ampolla infectada?

Una ampolla infectada no solo es dolorosa, sino que también puede comprometer seriamente la salud de la piel y la salud general. La infección puede propagarse a capas más profundas de la piel, causando celulitis o incluso sepsis, una infección potencialmente mortal.

Atención médica inmediata

Si una ampolla muestra signos de infección, es esencial buscar atención médica inmediata. El médico drenará el pus, limpiará la ampolla y recetará antibióticos para combatir la infección. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para extirpar la ampolla y el tejido infectado.

Prevención

Se pueden tomar varias medidas para prevenir que las ampollas se infecten:

• Mantenga las ampollas limpias y cubiertas con un vendaje estéril.
• No reviente las ampollas, ya que esto puede introducir bacterias.
• Evite usar zapatos o prendas que froten o presionen las ampollas.
• Aplique compresas frías para reducir la inflamación y el dolor.

Conclusión

Aunque la mayoría de las ampollas son inofensivas, es fundamental reconocer los signos de una ampolla infectada y buscar atención médica oportuna. Una ampolla infectada puede comprometer seriamente la salud de la piel y requiere tratamiento inmediato para prevenir complicaciones graves. Al seguir las pautas de prevención y buscar atención médica cuando sea necesario, puede protegerse de las consecuencias potencialmente peligrosas de una ampolla infectada.