¿Cuándo realizamos la técnica de boca boca nariz?

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La respiración boca-nariz se utiliza cuando la boca de la víctima está dañada o no se puede abrir. Se mantiene la vía aérea, se cierra la boca y se sopla por la nariz una vez cada cinco segundos.
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La Respiración Boca-Nariz: Una Técnica Crucial en la Reanimación Cardiopulmonar

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una herramienta vital para salvar vidas en situaciones de emergencia, donde la respiración y el latido cardiaco se han detenido. Existen diferentes técnicas de soporte vital básico, y una de ellas, la respiración boca-nariz, juega un papel fundamental en mantener el flujo de oxígeno al cerebro en casos específicos.

¿Cuándo y cómo aplicar la respiración boca-nariz?

La técnica de respiración boca-nariz se aplica en situaciones en las que la boca de la víctima está dañada, obstruida o simplemente no es posible abrirla para aplicar la respiración boca a boca. Este escenario se presenta, por ejemplo, en casos de:

  • Lesiones faciales: Fracturas maxilofaciales o heridas que imposibilitan la apertura de la boca.
  • Obstrucción de la vía aérea: En ciertas circunstancias, aunque la boca esté aparentemente intacta, la obstrucción de la vía respiratoria superior puede requerir la aplicación de esta técnica.
  • Inconsciencia: Si la persona se encuentra inconsciente, la técnica de boca a boca puede no ser efectiva o segura debido a la relajación de los músculos de la mandíbula.

Procedimiento:

La respiración boca-nariz, en oposición a la respiración boca a boca, se caracteriza por la oclusión completa de la boca de la víctima. El procedimiento es el siguiente:

  1. Evaluación inicial: Antes de iniciar cualquier procedimiento, es fundamental verificar la consciencia de la víctima y la ausencia de respiración y pulso. Si no se está seguro, se debe pedir ayuda a otros.

  2. Posición: Colocar a la víctima boca arriba, con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás para facilitar la respiración.

  3. Cierre de la boca: Cerrar firmemente la boca de la víctima.

  4. Oclusión nasal: Se debe asegurar una oclusión completa de las fosas nasales con el fin de evitar fugas de aire.

  5. Soplos suaves y regulares: Inspirar profundamente y, manteniendo la oclusión, soplar suavemente y de manera continua por las fosas nasales de la víctima. El volumen de aire debe ser suficiente para observar el ascenso y descenso del pecho.

  6. Frecuencia: Realizar un soplo cada 5 segundos.

  7. Observación: Asegurarse que el pecho asciende y desciende con cada soplo, lo que indicaría una correcta ventilación pulmonar.

Importancia de la práctica:

Al igual que con la respiración boca a boca, la respiración boca-nariz requiere práctica y familiarización. Es fundamental recibir formación en RCP de manos de profesionales para dominar la técnica de forma correcta y eficaz. Esto nos permitirá intervenir de manera más segura y efectiva en una situación de emergencia.

Conclusión:

La respiración boca-nariz es una técnica vital en la RCP, crucial en situaciones en que la boca de la víctima no puede ser usada para la respiración boca a boca. Entender su procedimiento y su aplicación correcta puede marcar la diferencia en la supervivencia de una persona en una emergencia. La formación en RCP es fundamental para salvar vidas.