¿Cuánto dura la crisis de angustia por separación?
La ansiedad por separación, común en la infancia, suele resolverse en un plazo de dos a tres semanas.
La Ansiedad por Separación: Un Periodo de Adaptación, No Una Sentencia
La ansiedad por separación, esa angustia que embarga a muchos niños (y a veces, a adultos) ante la perspectiva de separarse de sus figuras de apego, es un fenómeno normal y, en la mayoría de los casos, transitorio. Sin embargo, la pregunta que muchos padres se hacen es: ¿cuánto dura? No existe una respuesta única, ya que la duración depende de diversos factores, incluyendo la edad del niño, su temperamento, la naturaleza de la separación y el apoyo recibido.
A diferencia de una crisis de angustia puntual, que puede manifestarse con síntomas intensos pero de corta duración, la ansiedad por separación se caracteriza por un patrón de comportamiento persistente, marcado por la preocupación excesiva y el miedo a la separación, manifestándose a través de llanto, rabietas, resistencia a ir a la escuela o a dormir solo, pesadillas recurrentes sobre la separación, y síntomas físicos como dolores de estómago o cabeza.
Mientras que un episodio agudo de ansiedad puede resolverse en minutos u horas, la ansiedad por separación en la infancia suele remitir en un plazo de dos a tres semanas, siempre que se aborde de manera adecuada. Es crucial recordar que este período es una estimación, y en algunos casos puede prolongarse, especialmente si la separación es traumática o se produce una situación de estrés adicional en la vida del niño.
Es importante diferenciar entre una ansiedad por separación normal, propia del desarrollo, y una ansiedad patológica que requiere intervención profesional. En los casos leves, estrategias como la creación de rutinas tranquilizadoras, el establecimiento de límites claros y consistentes, y la comunicación empática con el niño pueden ser suficientes para mitigar la ansiedad. Se pueden utilizar técnicas como el juego simbólico, donde el niño pueda procesar sus emociones a través del juego, y la preparación gradual para las separaciones.
Sin embargo, si la ansiedad persiste más allá de las tres semanas, si interfiere significativamente con el funcionamiento diario del niño, o si los síntomas son intensos y debilitantes, es fundamental buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo infantil. Un diagnóstico preciso permitirá determinar si se trata de un problema pasajero o si se requiere una intervención más específica, como terapia cognitivo-conductual o otras estrategias terapéuticas.
En conclusión, si bien la mayoría de los casos de ansiedad por separación en niños se resuelven en dos o tres semanas, es vital prestar atención a la intensidad y duración de los síntomas, brindando al niño el apoyo emocional necesario y buscando ayuda profesional cuando sea necesario. La clave radica en la paciencia, la comprensión y la búsqueda de estrategias adecuadas para ayudar al niño a superar esta etapa de adaptación.
#Angustia Separacion#Crisis Bebe#Duración CrisisComentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.