¿Cuántos celos tiene un gato al año?

El Misterio del Celo Felino: ¿Cuántas Veces al Año se “Encienden” Nuestras Gatas?

La pregunta sobre la frecuencia del celo en las gatas, aunque aparentemente simple, suele generar confusión. A menudo se escucha la afirmación de que las gatas entran en celo “dos veces al año”. Sin embargo, esta respuesta, aunque parcialmente correcta, necesita una matización crucial: la realidad es mucho más compleja y depende de diversos factores.

La afirmación generalizada de dos celos anuales, en primavera y otoño, se basa en la observación de un patrón estacional común en climas templados. En estas épocas, el aumento de las horas de luz diurna desencadena cambios hormonales que preparan a la gata para la reproducción. Durante el celo, la gata mostrará un comportamiento claramente distintivo: maullidos persistentes y a menudo melodiosos, un roce constante contra objetos y personas, posturas de lordosis (arquear la espalda y levantar el trasero), un aumento de la actividad y una búsqueda incesante de atención, incluso llegando a ser más afectivas y demandantes de caricias. Este comportamiento, a menudo interpretado como “cariño extremo”, es en realidad una señal inequívoca de su disposición al apareamiento.

La clave está en la ovulación inducida: A diferencia de otras especies, la gata no ovula de forma espontánea. Su ovulación es inducida por el acto del apareamiento. Esto significa que la estimulación física durante la cópula es necesaria para que se liberen los óvulos. Por lo tanto, una gata puede permanecer receptiva durante todo el periodo de celo, hasta que se produzca el apareamiento o hasta que el celo finalice naturalmente. Este periodo de receptividad puede prolongarse durante varios días, incluso semanas, según la gata y su entorno.

Entonces, ¿dos celos al año? No siempre: Si bien la primavera y el otoño son las épocas más comunes para el celo, no es una regla inquebrantable. Factores como la raza, la edad, la salud, la nutrición y, sobre todo, el clima, pueden influir en la frecuencia y duración de los periodos de celo. Gatas jóvenes pueden presentar ciclos más frecuentes, mientras que las más mayores pueden tener celos menos intensos o incluso ausentes. En climas con temperaturas más estables, o en ambientes con luz artificial que altere el fotoperiodo, el patrón estacional puede verse afectado, llevando a celos fuera de la época esperada o incluso celos continuos a lo largo del año.

En resumen, si bien la regla de “dos celos al año” sirve como una aproximación útil, no es una descripción precisa para todas las gatas. La realidad es más nuanced y requiere considerar la interacción de diversos factores que influyen en el complejo ciclo reproductivo felino. Si usted observa un comportamiento inusual en su gata, lo mejor es consultar con un veterinario para descartar cualquier problema de salud.