¿Cuántos TDS debe tener el agua purificada?

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El agua purificada ideal, según la OMS, debería tener un contenido de sólidos disueltos totales (TDS) entre 0 y 300 mg/l, considerado excelente. Valores superiores pueden ser aceptables, pero niveles por encima de 600 mg/l podrían no ser óptimos.
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El Misterio de los TDS en el Agua Purificada: ¿Cuánto es Demasiado?

El agua, fuente de vida, se presenta en diversas formas, y su pureza es un factor crucial para la salud y el bienestar. Cuando hablamos de agua purificada, la pureza se mide, entre otros parámetros, por su contenido de sólidos disueltos totales (TDS). Pero, ¿cuántos TDS debe tener el agua purificada para ser considerada realmente pura y apta para el consumo? La respuesta, como suele ocurrir, no es tan sencilla como un número único.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un rango ideal para el contenido de TDS en el agua potable, y este dato sirve como referencia para el agua purificada, aunque la aplicación puede variar según el uso final del agua. Según las recomendaciones de la OMS, un contenido de TDS entre 0 y 300 mg/l se considera excelente. En este rango, el agua se percibe con un sabor limpio y refrescante, libre de sabores minerales excesivos o desagradables. Muchos sistemas de purificación de agua se diseñan para alcanzar este objetivo.

Sin embargo, la OMS no establece un límite absoluto. Valores superiores a 300 mg/l pueden ser aceptables, dependiendo del contexto y la procedencia del agua. Un valor de TDS entre 300 y 600 mg/l puede ser tolerado, aunque el sabor del agua podría verse ligeramente afectado. En este rango, la presencia de minerales podría ser perceptible, lo que para algunos podría ser incluso deseable, considerando los beneficios de ciertos minerales para la salud.

Pero, ¿qué pasa con niveles por encima de 600 mg/l? En este caso, la OMS considera que el agua podría no ser óptima para el consumo regular. Un alto contenido de TDS puede indicar la presencia de minerales en concentraciones que podrían afectar el sabor, el olor y, en algunos casos, incluso la salud. Esto no significa necesariamente que el agua sea dañina, pero su palatabilidad se verá comprometida, y podría ser necesario buscar fuentes alternativas o implementar sistemas de purificación más avanzados.

Es importante recordar que el contenido de TDS es solo un indicador de la pureza del agua. Otros factores, como la presencia de contaminantes orgánicos, microorganismos patógenos o sustancias químicas, deben ser considerados para asegurar la potabilidad del agua. Un análisis completo del agua es crucial para garantizar su calidad y seguridad.

En resumen, si bien el rango ideal de TDS para agua purificada, según las recomendaciones de la OMS, se encuentra entre 0 y 300 mg/l, valores ligeramente superiores pueden ser aceptables. Sin embargo, niveles por encima de 600 mg/l deberían ser motivo de preocupación, y se recomienda un análisis más exhaustivo del agua para determinar su aptitud para el consumo. La búsqueda de un equilibrio entre la pureza y la presencia de minerales beneficiosos es la clave para disfrutar de un agua saludable y de excelente calidad.