¿Por qué el agua oxigenada pone las heridas blancas?

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El peróxido de hidrógeno del agua oxigenada, al entrar en contacto con una herida, reacciona con los tejidos, liberando oxígeno que produce efervescencia y blanqueamiento temporal. Este proceso, si bien elimina algunas bacterias superficiales, también puede dañar el tejido sano, retrasando la cicatrización.

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El Blanqueamiento de las Heridas: ¿Por Qué el Agua Oxigenada Las Deja Blancas? Un Mito con Consecuencias.

El agua oxigenada, un producto de uso doméstico común, a menudo se asocia con el tratamiento de heridas. Su característico burbujeo al entrar en contacto con una lesión ha generado la creencia popular de que limpia y desinfecta eficazmente. Sin embargo, la realidad tras el blanqueamiento temporal que provoca es más compleja y, en muchos casos, contraproducente.

La respuesta al porqué las heridas se tornan blancas al aplicar agua oxigenada radica en su componente principal: el peróxido de hidrógeno (H₂O₂). Este compuesto, al encontrarse con los tejidos de la herida, se descompone rápidamente. Esta descomposición libera oxígeno en forma de gas (O₂), responsable de la efervescencia visible. Esta liberación de oxígeno, además de producir el característico burbujeo, es la causa del blanqueamiento temporal. El oxígeno reacciona con los componentes de la sangre y otros fluidos orgánicos presentes en la herida, provocando una oxidación que altera temporalmente su coloración, haciéndolos aparecer de un color blanco o blanquecino.

Es importante destacar que, si bien esta reacción elimina algunas bacterias superficiales, la acción del peróxido de hidrógeno no es selectiva. Esto significa que, además de las bacterias, también daña los tejidos sanos que están intentando regenerarse y cerrar la herida. La oxidación del tejido sano ralentiza el proceso de cicatrización, debilitando la capacidad natural del cuerpo para reparar el daño. En lugar de promover la curación, el agua oxigenada puede, paradójicamente, prolongar el tiempo de recuperación y aumentar el riesgo de infección al lesionar el tejido sano, creando un ambiente más propicio para la proliferación bacteriana.

Por lo tanto, el blanqueamiento de la herida producido por el agua oxigenada no es un indicador de limpieza efectiva, sino más bien una señal de daño tisular. Su uso en el tratamiento de heridas debería ser reconsiderado, privilegiando métodos de limpieza más suaves y que promuevan la cicatrización, como el agua y el jabón neutro. Para heridas profundas o con signos de infección severa, es fundamental consultar a un profesional de la salud, que podrá realizar una correcta evaluación y prescribir el tratamiento adecuado. En definitiva, el mito del agua oxigenada como desinfectante eficaz debe ser desmitificado en beneficio de una adecuada atención de las heridas. El blanqueamiento que provoca no es una garantía de curación, sino una evidencia de su acción nociva sobre el tejido sano.