¿Por qué las mujeres se ponen cariñosas después de tener relaciones?

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Después del orgasmo, las mujeres suelen sentirse más afectuosas y buscar el contacto físico, como abrazos. Esto se debe a que el orgasmo provoca un aumento significativo en los niveles de oxitocina, la hormona asociada al apego, la confianza y la conexión emocional, intensificando la necesidad de cercanía y cariño.

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El abrazo post-coital: Más allá del placer, la conexión a través de la oxitocina.

Muchas veces, después de la intimidad sexual, se observa un cambio palpable en la dinámica de la pareja. Mientras que algunos hombres pueden experimentar somnolencia o un retorno a la calma, las mujeres a menudo manifiestan un aumento del afecto, buscando abrazos, caricias y una mayor cercanía física. Este comportamiento, lejos de ser un capricho o una peculiaridad individual, tiene una sólida base biológica arraigada en la liberación de oxitocina.

Popularmente conocida como la “hormona del amor”, la oxitocina juega un papel crucial en la formación y el fortalecimiento de los vínculos afectivos. Durante el orgasmo, tanto en hombres como en mujeres, se produce una liberación significativa de esta hormona. Sin embargo, la intensidad de esta liberación y su impacto en el comportamiento posterior parecen ser más pronunciados en las mujeres. Este aumento de oxitocina crea una cascada de efectos a nivel neuroquímico que impulsa la necesidad de conexión, intimidad y apego.

La oxitocina no solo promueve la sensación de bienestar y reduce el estrés, sino que también disminuye la respuesta de “lucha o huida” del sistema nervioso, fomentando una sensación de seguridad y confianza con la pareja. Este cóctel hormonal post-orgasmo crea el ambiente perfecto para la consolidación del vínculo afectivo, traduciéndose en un deseo tangible de proximidad física y emocional: el abrazo, las caricias, las palabras suaves, son la manifestación externa de esta necesidad interna de conexión profunda.

Es importante destacar que la respuesta a la oxitocina, y por ende la intensidad del afecto post-coital, puede variar de una mujer a otra y estar influenciada por diversos factores, incluyendo el contexto emocional de la relación, el estado de ánimo individual e incluso el ciclo menstrual.

En conclusión, la búsqueda de cariño después de las relaciones sexuales en las mujeres no es un comportamiento arbitrario, sino una respuesta fisiológica a la liberación de oxitocina. Entender esta dinámica hormonal permite comprender mejor la complejidad de la intimidad y la importancia del contacto físico en el fortalecimiento de los lazos afectivos within a pareja. Este abrazo post-coital, más allá del simple placer físico, se convierte en un lenguaje silencioso que refuerza la conexión emocional y construye la base de una relación más profunda y significativa.