¿Por qué subes de peso de un día a otro?

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Aunque la retención de líquidos puede provocar una fluctuación repentina en el peso, es importante recordar que esta variación no se debe a un aumento de grasa corporal, sino a un acumulo de agua en el cuerpo.
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¿Subiste de peso de la noche a la mañana? No te preocupes, puede ser agua

Te has despertado, te subes a la báscula y… ¡sorpresa! La aguja marca un número más alto que ayer. La frustración te invade y te preguntas cómo es posible haber subido de peso de un día para otro. Antes de que te entre el pánico, respira hondo y sigue leyendo.

Es muy probable que no se trate de un aumento real de grasa corporal, sino de una fluctuación normal de peso debida a la retención de líquidos. Nuestro cuerpo es una máquina compleja y dinámica, y su composición no es estática. La cantidad de agua que retenemos puede variar significativamente de un día a otro, lo que se refleja en el número que vemos en la báscula.

¿Qué causa esta retención de líquidos? Diversos factores pueden influir:

  • Consumo de sodio: Una dieta rica en sal provoca que el cuerpo retenga más agua para mantener el equilibrio electrolítico.
  • Hidratación: Beber poca agua, paradójicamente, puede llevar a la retención de líquidos, ya que el cuerpo intenta conservar lo que tiene.
  • Ciclo menstrual: Las mujeres pueden experimentar retención de líquidos durante la fase premenstrual debido a las fluctuaciones hormonales.
  • Algunos medicamentos: Ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios, pueden tener como efecto secundario la retención de líquidos.
  • Falta de sueño: La falta de sueño puede afectar al equilibrio hormonal y provocar retención de líquidos.

Es importante recordar que esta fluctuación de peso es temporal. No te obsesiones con la báscula y evita pesarte a diario. En lugar de eso, céntrate en llevar un estilo de vida saludable:

  • Mantén una dieta equilibrada: Limita el consumo de sal, procesados y alimentos ricos en sodio. Prioriza frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales.
  • Hidrátate adecuadamente: Bebe suficiente agua a lo largo del día.
  • Realiza ejercicio físico regularmente: La actividad física ayuda a eliminar el exceso de líquidos a través del sudor.
  • Duerme lo suficiente: Apuesta por una buena higiene del sueño para regular tus hormonas.

Si experimentas una retención de líquidos persistente o excesiva, consulta con tu médico para descartar cualquier problema subyacente. Recuerda que la información proporcionada aquí no sustituye la opinión de un profesional de la salud.