¿Qué agua tomar cuando haces ejercicio?

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Para una hidratación óptima durante el ejercicio, opta por agua mineral o con electrolitos, evitando grandes sorbos. La clave reside en una ingesta regular y constante, aproximadamente cada 15-20 minutos, para mantener un balance hídrico adecuado.
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La Hidratación Perfecta Durante el Ejercicio: Más Allá del Agua Común

El ejercicio físico, ya sea una sesión intensa en el gimnasio o un paseo relajante, demanda un esfuerzo considerable de nuestro cuerpo. Una parte crucial de este esfuerzo es la hidratación, y la elección del agua adecuada puede marcar la diferencia entre un rendimiento óptimo y una deshidratación perjudicial.

No todo el agua es igual cuando se trata de ejercicio. La simple agua del grifo, aunque necesaria, puede no ser la mejor opción para una hidratación completa y eficaz durante el entrenamiento. El agua mineral o con electrolitos se presenta como una alternativa superior.

¿Por qué agua mineral o con electrolitos? Durante el ejercicio, sudamos, perdiendo no solo agua, sino también electrolitos esenciales como sodio, potasio y magnesio. Estos minerales juegan un papel fundamental en la función muscular, la regulación de la temperatura corporal y la transmisión de impulsos nerviosos. El agua mineral, con su contenido natural de electrolitos, o las bebidas deportivas con electrolitos añadidos, ayudan a reponer estos elementos cruciales, evitando la deshidratación y mejorando el rendimiento físico.

La clave no está en grandes cantidades, sino en una ingesta constante.

Evitar los grandes sorbos es esencial. La ingesta masiva de líquidos puede generar malestar estomacal y afectar negativamente la performance. La estrategia ideal es consumir pequeñas cantidades de agua, aproximadamente cada 15-20 minutos. Esta ingesta regular y continua permite al cuerpo absorber los fluidos y electrolitos de forma eficiente, manteniendo un balance hídrico óptimo durante toda la sesión de ejercicio.

Más allá de la elección del líquido, hay otros factores a considerar:

  • Escucha a tu cuerpo: Aunque una hidratación constante es crucial, cada persona reacciona de manera diferente. Presta atención a las señales de tu cuerpo. La sed es una señal importante, pero no esperes a sentir sed extrema.
  • Ajuste según la intensidad: Si tu entrenamiento es de alta intensidad o duración prolongada, la necesidad de reponer electrolitos aumenta. Ajusta tu consumo de agua o bebidas con electrolitos en consecuencia.
  • Considera la temperatura: En climas cálidos, la necesidad de hidratación es aún mayor. Adapta tu plan de hidratación para compensar la pérdida de fluidos por la sudoración excesiva.
  • No abuses de las bebidas azucaradas: Las bebidas azucaradas, aunque puedan calmar la sed, pueden afectar negativamente la digestión y el rendimiento durante el ejercicio.

En resumen, la elección del agua mineral o con electrolitos, combinada con una ingesta regular y constante, es fundamental para una hidratación óptima durante el ejercicio. Escuchar a tu cuerpo, adaptar tu consumo a la intensidad y la temperatura, y evitar las bebidas azucaradas son factores clave para maximizar tu rendimiento físico y bienestar general.