¿Qué color te protege mejor del sol?

El Mito del Blanco: ¿Qué color de ropa realmente te protege del sol?

A menudo se asocia el verano con ropa ligera y de colores claros, bajo la creencia de que reflejan mejor los rayos del sol y, por lo tanto, protegen más. Sin embargo, esta idea es una verdad a medias. Si bien los colores claros reflejan la luz visible, su capacidad para bloquear la radiación ultravioleta (UV), la verdadera culpable del daño solar, es menor que la de los colores oscuros. La clave para entender la protección solar en la ropa no reside únicamente en el color, sino en la combinación de varios factores, principalmente el tejido y la cobertura.

La efectividad de una prenda para protegernos del sol depende fundamentalmente de su capacidad para bloquear el paso de la luz. Pensemos en ello como una barrera: si la luz visible la atraviesa, también lo harán, en mayor o menor medida, los rayos UV. Por lo tanto, la densidad del tejido es crucial. Una tela fina y ligera, aunque sea blanca, permitirá el paso de una mayor cantidad de radiación UV que una tela gruesa y oscura.

En este sentido, la ropa oscura, al absorber mayor cantidad de luz visible, también absorbe una mayor cantidad de rayos UV, impidiendo que lleguen a la piel. Imaginemos una camiseta negra y una blanca de igual grosor expuestas al sol. La negra se calentará más, precisamente porque está absorbiendo mayor radiación, incluyendo la UV. Esa radiación que absorbe la tela oscura no llega a nuestra piel, ofreciéndonos así una mayor protección.

Además del color, la cobertura que ofrece la prenda es esencial. Prendas de manga larga, pantalones largos y faldas largas, proporcionan una barrera física mayor frente a la radiación solar que las prendas de manga corta, pantalones cortos o minifaldas. Por lo tanto, una camiseta de manga larga oscura ofrecerá una protección significativamente mayor que una camiseta de tirantes blanca.

No se trata de descartar por completo la ropa clara en verano. Si el tejido es denso y la prenda ofrece suficiente cobertura, también puede ser una buena opción. Sin embargo, es importante desterrar el mito de que el blanco es inherentemente más protector. La protección solar en la ropa va más allá del color y se centra en la densidad del tejido y la cobertura corporal que ofrece. Priorizar prendas oscuras, de manga larga y que cubran la mayor parte de la piel es la mejor estrategia para protegerse eficazmente del sol. Y, por supuesto, no olvidar complementar la protección textil con el uso de protector solar en las zonas expuestas.