¿Qué cosas afectan a la fertilidad?

Más allá del reloj biológico: Factores que influyen en la fertilidad

La fertilidad, la capacidad de concebir un hijo, es un proceso complejo influenciado por una intrincada red de factores. Si bien la edad, especialmente a partir de los 35 años, es un factor determinante ampliamente conocido, la realidad es mucho más matizada. La concepción exitosa no depende únicamente del tiempo, sino de un delicado equilibrio que involucra aspectos físicos, mentales y ambientales. Entender estos factores es crucial para tomar decisiones informadas y proactivas en el camino hacia la paternidad o maternidad.

El impacto del estilo de vida: Más allá del conocido “reloj biológico”, nuestros hábitos diarios juegan un papel fundamental. El consumo de sustancias como el tabaco, la marihuana y el alcohol se ha asociado a una disminución significativa de la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. El tabaco, por ejemplo, daña la calidad del óvulo y del espermatozoide, incrementando las posibilidades de abortos espontáneos y malformaciones. El alcohol, por su parte, puede interferir con la ovulación y la producción de esperma. El consumo de marihuana, aunque menos estudiado, también presenta evidencias de impacto negativo en la fertilidad.

Un índice de masa corporal (IMC) fuera del rango saludable, ya sea por sobrepeso u obesidad o por delgadez extrema, también puede afectar la fertilidad. La obesidad se relaciona con desequilibrios hormonales que dificultan la ovulación en las mujeres y reducen la calidad del semen en los hombres. Por otro lado, la delgadez extrema puede provocar amenorrea (ausencia de menstruación) e infertilidad, al no contar el cuerpo con las reservas energéticas necesarias para mantener un ciclo menstrual regular.

La actividad física es un pilar fundamental para la salud reproductiva, pero el equilibrio es clave. Mientras que una vida sedentaria incrementa el riesgo de obesidad y sus consecuencias en la fertilidad, el ejercicio excesivo, especialmente en mujeres, puede inhibir la ovulación. Encontrar un balance adecuado, con actividad física regular pero sin llegar al extremo, es esencial.

Más allá de lo evidente: Otros factores menos visibles también influyen en la fertilidad. El estrés crónico, por ejemplo, puede afectar la función hormonal y dificultar la concepción. La exposición a ciertas sustancias químicas, pesticidas o metales pesados también se ha asociado a problemas de fertilidad. Finalmente, ciertas condiciones médicas preexistentes, como las enfermedades autoinmunes, las infecciones de transmisión sexual y las enfermedades endocrinas, pueden impactar negativamente en la capacidad reproductiva.

Conclusión: La fertilidad es un proceso complejo e individual. Si bien la edad es un factor importante, adoptar un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada, ejercicio regular, el abandono de hábitos nocivos como el consumo de tabaco y alcohol, y la gestión del estrés, puede maximizar las posibilidades de concebir. Ante cualquier dificultad para concebir, es fundamental consultar con un profesional de la salud para una evaluación completa y un asesoramiento personalizado. La información es poder, y comprender los factores que influyen en la fertilidad es el primer paso hacia una decisión informada y un camino consciente hacia la paternidad o maternidad.