¿Qué enfermedad tengo si tengo mal aliento?

El mal aliento, o halitosis, una condición a menudo embarazosa, puede ser mucho más que un simple problema de higiene bucal. Si bien la mayoría de las veces se relaciona con bacterias en la boca, un mal aliento persistente, a pesar de una correcta higiene, puede ser la señal de alerta de diversas afecciones subyacentes que requieren atención médica. Descifrar la causa de este síntoma es crucial para un tratamiento efectivo.

Más allá de los culpables comunes como restos de comida atrapados entre los dientes o una lengua poco limpia, existen enfermedades que pueden manifestarse con halitosis. Una de ellas es la gingivitis ulcerativa necrosante aguda (GUNA), también conocida como “boca de trinchera”. Esta infección bacteriana agresiva se caracteriza por inflamación severa, úlceras dolorosas y un olor fétido distintivo en las encías. La GUNA suele estar relacionada con un sistema inmunológico debilitado, estrés, mala nutrición o tabaquismo, y requiere tratamiento inmediato para prevenir complicaciones.

Similar a la GUNA, pero afectando otras áreas de la mucosa oral, encontramos la mucositis ulcerativa necrosante aguda. Esta condición, menos común, presenta igualmente úlceras dolorosas y un olor desagradable, requiriendo también atención médica oportuna.

Saliendo del ámbito bucal, el mal aliento persistente puede ser un síntoma de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). En este caso, el reflujo de ácidos estomacales hacia el esófago y la boca no solo provoca acidez y ardor, sino que también deja un olor característico. Este olor, a diferencia del producido por bacterias bucales, suele ser ácido o incluso rancio. La ERGE, si no se trata, puede derivar en complicaciones más serias, por lo que es importante consultar a un médico si se sospecha de esta condición.

Además de estas, existen otras enfermedades menos comunes que también pueden causar mal aliento, como infecciones respiratorias crónicas, problemas renales o hepáticos, e incluso algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, si el mal aliento persiste a pesar de una buena higiene bucal, es fundamental consultar con un profesional de la salud. Un diagnóstico preciso permitirá identificar la causa subyacente y establecer el tratamiento adecuado para eliminar el problema de raíz y cuidar la salud integral. No se debe subestimar la importancia de este síntoma, ya que puede ser la ventana a una condición que requiere atención.