¿Qué enfermedades se producen por falta de vitaminas?

9 ver
La deficiencia vitamínica genera diversas patologías. Entre ellas destacan el raquitismo, la osteomalacia, el beriberi, la pelagra y el escorbuto, además de problemas oculares como la ceguera nocturna y la sequedad bucal (xerostomía), cuya gravedad depende del nutriente faltante.
Comentarios 0 gustos

El silencioso peligro de la deficiencia vitamínica: Un vistazo a las enfermedades que provoca

La alimentación es la base de nuestra salud. Una dieta equilibrada, rica en nutrientes, nos proporciona la energía y los componentes esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Sin embargo, una ingesta insuficiente de vitaminas puede desencadenar un amplio abanico de enfermedades, algunas de ellas graves y debilitantes. Contrario a la creencia popular de que solo se manifiestan como cansancio, las deficiencias vitamínicas pueden tener consecuencias devastadoras en múltiples sistemas del cuerpo.

A diferencia de las deficiencias de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), que suelen manifestarse con síntomas más inmediatos y evidentes como pérdida de peso o debilidad muscular, las carencias vitamínicas a menudo se desarrollan de forma insidiosa, con síntomas iniciales sutiles que se agravan progresivamente si no se abordan. Esto las convierte en un enemigo silencioso contra el que debemos estar vigilantes.

Entre las enfermedades más conocidas asociadas a la falta de vitaminas, destacan:

  • Raquitismo y Osteomalacia: Ambas enfermedades afectan a la formación y mantenimiento de los huesos. El raquitismo, que afecta principalmente a niños en crecimiento, se caracteriza por huesos débiles y deformados debido a la deficiencia de vitamina D, crucial para la absorción de calcio. La osteomalacia, su equivalente en adultos, se manifiesta con dolores óseos, debilidad muscular y mayor riesgo de fracturas.

  • Beriberi: Esta enfermedad es causada por una deficiencia grave de tiamina (vitamina B1). Se manifiesta con síntomas neurológicos como debilidad muscular, parestesias (hormigueo), pérdida de reflejos y en casos severos, insuficiencia cardíaca.

  • Pelagra: La deficiencia de niacina (vitamina B3) es la responsable de la pelagra. Sus síntomas característicos son las “tres D”: dermatitis (erupciones cutáneas), diarrea y demencia. La piel se vuelve extremadamente sensible a la luz solar, presentando enrojecimiento, descamación y pigmentación oscura.

  • Escorbuto: La falta de vitamina C (ácido ascórbico) causa el escorbuto, una enfermedad que afecta la formación de colágeno, proteína esencial para la integridad de los tejidos conectivos. Los síntomas incluyen encías sangrantes, fácil aparición de hematomas, fatiga, debilidad y dolor en las articulaciones.

Además de estas enfermedades sistémicas, la deficiencia de ciertas vitaminas puede causar problemas específicos en órganos concretos:

  • Ceguera nocturna: La deficiencia de vitamina A afecta la visión nocturna y puede contribuir a la xeroftalmia, una condición que puede provocar ceguera.

  • Xerostomía (sequedad bucal): Aunque puede tener múltiples causas, la deficiencia de algunas vitaminas del complejo B puede contribuir a la sequedad de la boca, afectando la salud bucal y la deglución.

Es fundamental recalcar que la gravedad de estas enfermedades depende directamente de la severidad y la duración de la deficiencia vitamínica, así como de factores individuales como la edad y el estado de salud. Una dieta equilibrada, complementada con suplementos vitamínicos bajo la supervisión de un profesional de la salud en caso necesario, es la mejor forma de prevenir estas enfermedades. La automedicación con suplementos vitamínicos no es recomendable y puede incluso ser perjudicial. Ante la sospecha de una deficiencia vitamínica, es crucial consultar a un médico o nutricionista para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.