¿Qué es la oxidación permanente?

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La oxidación permanente del cabello implica la utilización de colorantes que, mediante una reacción química con el peróxido de hidrógeno, alteran la estructura interna del tallo piloso, logrando una coloración estable y duradera que resiste los lavados y se mantiene hasta el crecimiento de la raíz.

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Más Allá del Tinte: Descifrando la Oxidación Permanente del Cabello

La belleza capilar se ha convertido en un universo de posibilidades, gracias a la amplia gama de técnicas de coloración disponibles. Entre ellas, la oxidación permanente ocupa un lugar destacado por su capacidad de transformar radicalmente el color del cabello, ofreciendo resultados duraderos y vibrantes. Pero, ¿qué implica realmente este proceso? Más allá de la simple aplicación de un tinte, la oxidación permanente es una reacción química compleja que afecta la estructura misma del cabello.

A diferencia de los tintes temporales o semipermanentes que se depositan sobre la cutícula capilar, la oxidación permanente penetra en la corteza, la capa intermedia del tallo piloso. Esto se logra mediante la acción combinada de dos componentes fundamentales: un colorante y el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada). El peróxido de hidrógeno, agente oxidante, actúa como el catalizador de la transformación. Su función principal es abrir las cutículas del cabello, permitiendo que las moléculas del colorante penetren profundamente en la corteza.

Una vez dentro de la corteza, el colorante reacciona químicamente con la melanina, el pigmento natural del cabello. Esta reacción no es una simple adición de color, sino una alteración de la estructura molecular de la melanina. El peróxido de hidrógeno, además de abrir las cutículas, también descompone la melanina preexistente, aclarando el cabello y creando un lienzo en blanco para que el nuevo color se fije. Posteriormente, el colorante se une a las nuevas estructuras moleculares creadas, dando como resultado un color estable y de larga duración.

Es precisamente esta interacción química profunda lo que diferencia la oxidación permanente de otros métodos de coloración. La estabilidad del color se debe a la unión molecular entre el colorante y la estructura interna del cabello, lo que la hace resistente al lavado. El color se mantiene hasta que el cabello crece desde la raíz, ya que esta nueva longitud no ha sufrido el proceso de oxidación.

Sin embargo, este proceso químico, aunque efectivo, puede conllevar un cierto grado de daño capilar. La apertura y alteración de la cutícula puede provocar sequedad, fragilidad y pérdida de brillo si no se realizan correctamente los procesos previos y posteriores a la coloración, incluyendo un adecuado cuidado posterior con productos hidratantes y acondicionadores específicos.

Por lo tanto, la oxidación permanente, si bien es una técnica poderosa para lograr un cambio de color duradero y significativo, exige un conocimiento preciso de la química involucrada y la aplicación cuidadosa por parte de un profesional capacitado. Un diagnóstico correcto del estado del cabello y la elección adecuada del producto son cruciales para obtener los resultados deseados minimizando el daño potencial. La belleza debe siempre ir de la mano con la salud del cabello.